EL arte y la creatividad inundan hasta el viernes la sala de exposiciones municipal de Barakaldo. La muestra Zure komikia maite dugu propone al visitante un enriquecedor recorrido por la escena del cómic vasco. Este extenso trabajo de recopilación reúne 260 trabajos realizados por autores de toda Euskal Herria; una mezcla de nombres propios que comienzan a dar sus primeros pasos y otros con una prolífica trayectoria profesional como Dani Fano, Mikel Begoña o Iñaket.
El punto de partida de este viaje entre viñetas sitúa al espectador ante un minuciosamente trabajado retrato de David Menéndez, una pequeña muestra del trabajo que este ilustrador vizcaino está recopilando para exponer próximamente en Alemania. “Él es un ejemplo de todos los autores que deciden marcharse en busca de oportunidades porque aquí la situación es complicada”, explica José Carlos Torre, organizador de la exposición y director de la revista Rumble!!
“Es una realidad que todos estamos viviendo de cerca -prosigue- y la cuestión no es que haya más posibilidades fuera, diría que son las mismas, quizás lo que cambia sea la mirada”. Para Torre, la clave reside en lograr que “salir no sea una necesidad, sino una manera de trasladar todo lo que aquí se hace, que es mucho”. En esa labor es fundamental la confianza de ilustradores y dibujantes, para “empezar a creer más en nuestro trabajo y que se vea que podemos hacer grandes cosas”.
Una veintena de láminas del último número de Rumble!!, revista que dirige desde hace cinco años, da pie al alma máter de la muestra para hablar del “tremendo apoyo” que ha recibido por parte de todos los colaboradores que conforman esta selección. “Cada vez se celebran más salones como los de Getxo, Basauri, el BALA en Bilbao... y ahí esta la prueba de que la gente está cada vez más dispuesta a colaborar entre sí”, apunta, poniendo como ejemplo la muestra que organiza. “En esta exposición hay muchos gestores culturales y editoriales que pueden ser más o menos underground, con un alcance a mayor o menor escala... pero lo que importa es que están aquí todos juntos”, añade Torre.
riqueza de formatos El recorrido desgrana paso a paso y lámina a lámina retazos de las múltiples facetas en las que se desarrolla el mundo del cómic y la ilustración vasca: la editorial bilbaina Siarte, la referencia a la exposición El fuelle viajero, que repasa la trayectoria musical de Kepa Junkera, obras originales del propio Torre, varias páginas de la publicación La Gallina Vasca e incluso dos cuadros originales de Enrique Martínez Intxausti, más conocido como Infame & Co.
“Kike es además el vicepresidente de la Asociación Profesional de Ilustradores de Euskadi, dirige la revista El Balancín y ahora se está autoeditando para tener control sobre su propio proyecto: los formatos, los plazos de entrega...”, desvela el dibujante, como muestra del aumento de este tipo de método de trabajo.
Torre afirma que la autoedición se ha convertido en “una manera de poder enseñar nuestro trabajo”, ya que, según sus palabras, “gracias a ella salen a la luz trabajos muy buenos”, lo que la convierte en “una escuela tremenda” para el mundo del cómic y la ilustración vasca.
Frente a los dos lienzos del bilbaino, el visitante puede admirar el proceso de trabajo, de principio a fin, que realizan codo con codo el dibujante Iñaket y el guionista Mikel Begoña. Esta pequeña selección incluye además un fragmento de Ötzi. Por un puñado de ámbar (Norma Editorial), una obra publicada recientemente.
viaje literario La segunda parte de la muestra, titulada Euskal Binetak, propone un viaje en el tiempo desde 1894 hasta 2014. Este recorrido de 120 años, resumido por Mikel Begoña en 20 paneles y un documental, comienza con la primera publicación de una tira en euskera, en la revista El Thun Thun, y llega hasta la aparición del cómic digital.
Por el camino, una prolífica trayectoria de más de un siglo en el que destacan nombres como Teles y Niko, los protagonistas de las primera viñetas en euskera destinadas al público infantil. Tras un periodo, a comienzos del siglo XX, “donde se estaban haciendo muchas cosas y muy buenas” la guerra civil y la posguerra supusieron “un duro golpe” para el cómic, según Torre.
Una complicada situación tras la que nacieron destacadas iniciativas como las revistas Txistu, Poxpolin, Panpin o Kili-Kili, a las que siguen algunos proyectos más actuales como Ipurbeltz, Xabiroi o Habeko mik, impulsadas por las ikastolas las dos primeras y por HABE la tercera.
El viaje finaliza unido a las nuevas tecnologías con el panel dedicado al cómic digital, un formato que “posibilita no poder limites a tu creatividad, tanto en lo que se refiere al presupuesto como a los contenidos, para que contar lo que realmente quieres contar y como lo quieres contar”, concluye el organizador de la muestra.