Custo Dalmau: "Me parece exagerado culpar a la moda de algunas enfermedades"
El diseñador catalán Custo Dalmau mostró sus diseños para el próximo otoño ayer en la primera jornada de Getxo Moda 2015 que se celebra en el palacio San Joseren
Bilbao - Custo Dalmau (Lleida, 1959) lleva 35 años dedicándose a la moda, una carrera que ha construido junto a su hermano David. Reconocidos internacionalmente, y con su firma Custo Barcelona, estos creadores catalanes se han hecho con galardones como el Premio Kore en Italia, conocido como el Oscar de la moda, o el Prix de la revista Marie Claire al mejor diseñador del año, y dos premios de la revista Metaphor(e). Una carrera extensa en la que asegura que se han “divertido mucho”.
Como diseñador, ¿qué cree que suponen para la moda eventos como Getxo Moda?
-Es un estímulo y un mecanismo de divulgación. Lo importante de la moda no es solo crearla, sino también hacerla llegar al consumidor y al mercado. Estos eventos son un mecanismo para ello, para que la gente conozca los proyectos. Llegar al mercado es complejo y complicado y que te faciliten subir a una pasarela, sobre todo para los diseñadores noveles, es una herramienta muy importante de ayuda.
¿Los diseñadores noveles son más arriesgados?
-Los jóvenes son de otra generación, y por lo tanto ven las cosas distintas. Hoy en día hay muchísima información y cada vez hay más gente haciendo moda. Nosotros empezamos hace 35 años, y entonces había menos creadores. Hoy en día hay más diseñadores y mejor preparados. Además la información es instantánea y permanente, por eso hay más conocimiento y más posibilidades de desarrollo. Los noveles y las nuevas generaciones son capaces de crear un lenguaje nuevo y aportan esos nuevos ángulos y perspectivas, que es de lo que se nutre la moda.
Usted se marchó siendo muy joven a Estados Unidos. ¿Qué había en América que no encontró aquí?
-Mercado. Nos fuimos en el año 1995, en un momento en el que había una situación económica parecida a la de ahora, aunque no tan complicada. Esta se está alargando demasiado. Nos fuimos a probar fortuna, como hicieron muchos de nuestros abuelos, y tuvimos la suerte de que las cosas funcionaron.
¿Recomienda a los jóvenes diseñadores que se marchen al extranjero para lograr sus metas?
-Sí, el mercado español es pequeño y complicado, y no está en su mejor momento. Ahora parece que está recuperándose un poco, pero es muy difícil vivir de un mercado local. Hay que globalizarse porque el mercado ya es global. Lo más importante es que cuando tengas un proyecto vayas a buscar a tu consumidor esté donde esté, aunque sea a 10.000 kilómetros.
Siempre ha trabajado con su hermano, ¿es más fácil trabajar en familia?
-Siempre he trabajado con él y la verdad es que no puedo comparar. Desde que nos metimos en esto hace 35 años hemos estado juntos, y puedo decir que ha sido una experiencia fácil trabajar con un hermano.
Ha tenido éxito en países muy diferentes, ¿qué tienen sus diseños para conquistar medio mundo?
-Hemos apostado por diferenciarnos. Hay proyectos de moda que siguen las tendencias, y nosotros hemos querido crear un lenguaje distinto y propio. Hemos sido fieles durante treinta y cinco años a nuestro estilo y nuestra marca de producto, y eso es lo que nos ha mantenido: apostar por diferenciarnos y ser respetuosos con una identidad.
¿Cómo hacen frente a las copias?
-Hay una legalidad que te protege muy limitadamente y dentro de ella actuamos.
Francia aprobó este año prohibir la extrema delgadez de sus modelos en las pasarelas. ¿Usted se muestra a favor de prohibir ciertas tallas?
-No estoy a favor de prohibir nada, cuando tienes que empezar a prohibir es que algo falla. Acusar a la moda de la delgadez o de algunas enfermedades es un poco excesivo. A un diseñador no le puedes imponer qué tipo de modelo es su referente, al igual que no puedes imponerle que trabaje con unos tejidos u otros. Eso es libertad creativa. Creo que se ha exagerado un poquito de culpar a la moda de algunas enfermedades, y prohibir que puedan desfilar chicas delgadas me parece demasiado.
¿Qué balance hace de su carrera?
-Recuerdo que el primer pedido que tuvimos en nuestra compañía fue de un cliente de Getxo, y por ello estamos muy agradecidos al País Vasco. En cuanto al balance, 35 años de carrera es toda una vida, pero han pasado rápido, por lo que hay que decir que nos hemos divertido mucho.
¿Qué proyectos tiene ahora?
-Seguir trabajando y entrar en mercados nuevos. Los mercados maduros como Europa y Estados Unidos son mercados ya saturados. Crecer en ellos es complicado, pero hay otros lugares emergentes que están abiertos a poder crecer.