Vino a veinte metros bajo el mar en Plentzia

RESULTA fácil relacionar el laboratorio submarino de envejecimiento de bebidas de Plentzia con los buscadores de tesoros submarinos, naves hundidas en el mar cargadas de botellas y casas de subastas en las que se ha llegado a pagar cantidades astronómicas por ellas. La realidad es que el proyecto, Premio Turismo Impulso a la Innovación 2014 de Gobierno Vasco, se ha consolidado y ofrece vino y txakoli que los enólogos más prestigiosos tildan de “excepcionales”.

El proyecto, cuya génesis hay que buscar en 2009, con la inmersión de vino y otras bebidas de catorce bodegas diferentes, se vio impulsado tras apreciarse “una evolución positiva, más valorada en el fondo del mar”. El laboratorio enológico se ha consolidado en la Bahía de Plentzia, a menos de 10 minutos de navegación del puerto de la villa vizcaina y a una profundidad de entre quince y veinte metros. Allí, tras “un cuidado proceso de las viñas en tierra, selección de uvas y paso por barrica”, las botellas de vino, txakoli y sidra de distintas denominaciones de origen -vascas y estatales- se trasladan a la bodega submarina, “única en el mundo”.

La producción convive con más de 150 especies marinas diferentes y mejora “con la energía que nos brinda el mar, lo que nos hace únicos”, según sus portavoces, cuyas declaraciones avalan sumillers de Arzak y elBulli en referencia al tinto CT Classic, que cuenta con un año de crianza en roble y otro de atesoramiento submarino. La referencia CT Passion tiene seis meses de roble y un año bajo el mar. Cada botella de Crusoe Treasure es única y está numerada.

Y si eres amantes del buceo y del vino estás de enhorabuena, ya que no solo podrás hacerte con alguna botella -94 401 50 40 o info@bajoelagua.com- sino que podrás disfrutar de una jornada inolvidable visitando el laboratorio submarino. Hay diversas ofertas para los grupos, que deben ser de entre cuatro y diez personas.