Barrika: arena, la ría y arqueología
La anteiglesia de la merindad de uribe, uno de los pueblos más antiguos de bizkaia, ofrece múltiples ofertas
LOS bellos y escarpados acantilados, el paseo por la arena de sus playas, los restos arqueológicos de Kurtzio y sus edificaciones históricas singulares hacen siempre apetecible una ruta por Barrika, enclave costero de la comarca de Uribe adscrito a la ría de Butrón.
El bello paisaje de sus acantilados proyecta una bella postal de Barrika, anteiglesia de la Merindad de Uribe que pasa por ser una de las localidades más antiguas del herrialde vizcaino, ya que fundada en el año 496 por Sancho Vela. Cercana a Bilbao y con un pasado agrícola, ganadero y ligado a la pesca de las ballenas, Barrika es un pueblo de escasos habitantes y, además, diseminados en su amplia superficie territorial.
Ningún visitante debe pasar por Barrika sin visitar su frente costero, que abarca desde el límite con Sopelana hasta la desembocadura de la ría de Butrón, que cruza el municipio desde el barrio de Ardanza hasta la desembocadura en el mar Cantábrico, en una longitud de 1,950 kilómetros. Su caudal varía sensiblemente según las mareas, quedando gran parte de su lecho seco en las bajas y cubriéndose en su totalidad en las altas, lo que aprovechan los aficionados a la pesca para capturar crustáceos y moluscos, sobre todo en la orilla de Barrika.En esa área costera destacan sus playas, principalmente la conocida como Barrika, de difícil acceso aunque atractiva por sus inclinadas escaleras y la calidad de su arena. Son más fáciles los paseos por ella que por el arenal de Meñakoz (rocoso, casi sin arena) o el pqueño de Muriola, cuya arena procede de los vertidos, posteriores al lavado, de una cantera de arena silícea cercana.
Los amantes de la arqueología, la arquitectura y el pasado también tienen planes de interés en la localidad, empezando por el yacimiento arqueológico situado en el Monte Kurtzio y zona aledañas, sin que se puedan señalar puntos concretos y determinados. Se trata de areneros que han suministrado pieza líticas correspondientes al período asturiense como microlitos, raederas, cuchillos...
Y entre sus edificios, destacan el Ayuntamiento y el asilo, con su escultura en mármol de Higinio de Basterra, pasando por la iglesia de Santa María (siglo XI, estilo románico), la ermita de San Pedro González Telmo, casas solariegas como las de Barrika, Txarta y Garramune, la casa-fuerte de Los Condes o múltiples baserris de interés, de Torretxe a Elordi, Erdiko-Etxe o Etxetxu.