EL Eme sirve, entre pan y pan, el secreto mejor guardado de Bilbao. Sus sándwiches y torres llevan desde 1950 conquistando el paladar de los bilbainos y visitantes con la fórmula de una salsa inimitable que gusta al público más variopinto y a cualquier hora del día.
La calidad y el sabor de sus triángulos le vienen dando fama desde hace más de 60 años. Desde que Emeterio Arnáez fundó este establecimiento, cuatro generaciones familiares siguen triunfando con la sabia combinación de su pan artesano, jamón York de primera calidad, mahonesa y su famosa salsa secreta en el caso de los triángulos; y del pan artesanal, lechuga fresca, anchoa del Cantábrico y otra salsa de la casa también secreta (algo picante) en el caso de las torres.
Tanto para consumir en el local como para llevar, la cocina del Eme vive un trasiego incesante de encargos durante todo el día, ya que preparan sus especialidades al momento.
Recientemente, el establecimiento ha sido objeto de una reforma integral que lo ha adaptado a los nuevos tiempos. Además, a la oferta de siempre añaden raciones para compartir (ensaladilla, micuit de pato, revuelto de setas, pimientos rellenos...), bocadillos y hamburguesas de ternera y de pollo. Todo con ingredientes de primera calidad. Tienen también variedad de pintxos en la barra y un menú diario, sin olvidar los aperitivos selectos, que son otra de sus especialidades.
En la carta, las recomendaciones de la casa apuntan al risoto de hongos y los fetuchini con langostinos.
Todo ello hace del Eme, como su propio eslogan indica, un establecimiento hostelero “único” en Bilbao.