bilbAO - Arranca el rodaje de la ópera prima de la directora zornotzarra Lara Izagirre. Las primeras tomas fueron grabadas ayer en una zona apartada del centro de Amorebieta. “Es el sueño de mi vida”, confesó la joven directora en el blog de Un otoño sin Berlín (Gariza Produkzioak), que es como se titulará la película. “Y lo primero de lo que hablaría es sin duda de la gratitud que siento. Estoy muy agradecida a la gente que se está montando en este barco que he construido a mi manera. Hay días que entra agua en el barco, pero la tripulación se mantiene firme y todos nos ponemos a achicar para llegar a buen puerto”, asegura en tono emotivo, en la misma plataforma la realizadora vizcaina.

Después de exitosos trabajos como Kea o Next Stop: Greenland, Izagirre se sumerge en un proyecto mayúsculo pero a la vez muy personal. El guion lo escribió en 2011 y desde entonces “ha evolucionado”, apunta la directora, que aclara que “es una historia que quería contar”.

El filme estará protagonizado por Irene Escolar, su primer gran trabajo tras tener pequeños papeles en las películas Presentimientos y Las ovejas nunca pierden el tren. En el reparto también destacan Tamar Novas (Mar adentro) y Ramón Barea. La película será grabada íntegramente en diferentes localizaciones de Amorebieta-Etxano.

encuentros El largometraje cuenta la historia de June (Irene Escolar) que regresa a su pueblo natal para intentar recuperar el amor de Diego (Tamar Novas), un escritor un tanto peculiar que parece agorafobia. June es una chica de aspecto frágil, pero que posee gran instinto de supervivencia. Es una joven impulsiva y soñadora que acarrea un pasado doloroso y que enfrenta la vida con cierta inocencia y espíritu de lucha. Cuando June regresa a su localidad de origen tras vivir fuera un tiempo, ambos vuelven a encontrarse y se enfrentan juntos al desencanto y la falta de expectativas, intentando reinventar su peculiar historia de amor. “Esta es una película de encuentros y de reencuentros, de intentar hacer las paces, de comunicación y también de incomunicación, de hacer lo contrario de lo que piensas y de pensar lo contrario de lo que haces”, apostilla la directora, que afronta ilusionada este proyecto.