Esperpento, comedia y una pizca de denuncia se mezclan en 'Eskaparateatro'
Esperpento, comedia y una pizca de denuncia se mezclan en 'Eskaparateatro', una obra coral de tres piezas que se interpretará en el escaparate de la Sala Rekalde de Bilbao, a partir del próximo viernes 23
La sala de ensayos del Arriaga, pegada a la iglesia de La Merced, es un avispero gris. Las órdenes y las risas son zumbidos que se funden en un todo desordenado que invita a la anarquía. Pero no, ahí está la batuta de Gemma Martínez para poner cada frase y cada pose en su sitio. A Gemma la acompaña la actriz Enriqueta Vega, que en esta ocasión se asoma a otra de sus aficiones: la confección de vestuarios. Dos biombos blancos sirven de puertas que dan paso a una ficción que simula o exagera las realidades que nos escuecen. Para eso también sirve el teatro, para denunciar. Eskaparateatro, el nuevo proyecto que se estrena el día 23 en la Sala Rekalde de Bilbao, suma las dos vertientes, tal y como apunta la directora y promotora de la idea, Gemma Martínez: "Sí, esto es una comedia, pero también nos interesa contar cosas: vamos a representar lo que está pasando a nuestro alrededor y nos podemos reír de eso, pero son situaciones que claman al cielo. Hay mucha coña en la obra, pero también mucha caña. A este respecto, los tres guionistas, Patxo Telleria, Rulo Pardo e Idoia Bilbao han elaborado guiones muy certeros".
Eskaparateatro lo conforman tres piezas un tanto esperpénticas (La boda, Un bautizo y Ehlhephanthe), muy cercanas al clásico vodevil. "En principio, la obra estaba ideada para un escaparate comercial -comenta la directora-, pero de momento no ha sido posible representarla en ese escenario. Eso sí, el concepto sigue vigente y en cada sitio nos vamos adaptar a lo que nos propongan. Es un multiespectáculo de tres piezas y cada pieza puede ser autónoma, pero en teoría las tres van seguidas. La gente va a flipar".
Álex Angulo, que interpreta a cuatro personajes distintos en la obra, también coincide en los pronósticos de la actriz. "Me parece una idea genial la que ha tenido Gemma. Como la gente se queda mirando a los escaparates, ¡pues tendremos que ir a actuar a los escaparates! Eso sí, es un tinglado tremendo que me agota, porque ya no tengo energía para estas cosas, pero va a ser un experimento curioso". El cambio de vestuario, acorde con cada personaje, ha causado más de un enredo entre los cinco actores que interpretan las distintas piezas, tal y como reconoce el protagonista de películas icónicas como El Día de la Bestia: "Es una mezcla muy graciosa, tres obras cortas, cada una de un estilo, casi un vodevil de puertas, de personajes locos, palabras y gestos, todo muy cinematográfico, y la última pieza es un auténtico esperpento".
El general, el novio marqués mariquita, el abuelo elefante, el niño que se está gestando (una voz en off)... Angulo se multiplica, al igual que sus compañeras y compañeros, para saciar la ambición de una obra "loca y desbocada". "Este tipo de teatro es más entretenido -reconoce Angulo-, más de usar y tirar, y la gente joven tiende hacia este formato de proximidad, porque ellos llegan ya con otros lenguajes, con otros códigos... Este formato es más barato y menos solemne, aunque nosotros hemos vivido eso también, porque antes nos daban de cenar o de comer después de las funciones, o hablábamos con los espectadores. Y esa es la impresión que tengo con esta obra: es decir, me da la sensación de que volvemos a los orígenes, otra vez con las obras cercanas, volvemos a salir en busca del público".
Además de volver al teatro de proximidad, Álex Angulo se afana por sacar adelante su escuela de teatro y danza, Studio 9 (Alameda Rekalde 18), espacio que gestiona en compañía de Mayda Zabala y que se inauguró en septiembre de 2013. "Vamos pagando el alquiler y a los profesores, lo que es mucho. Este año y el que viene serán experimentales, nos iremos adecuando poco a poco. Se trata de que los niños jueguen y aprendan a la vez, y eso es muy motivador para nosotros".
titiriteros Eskaparateatro es un formato extraño. Lo reconoce su propia directora, que avanza que "los que están en la calle también van a ver a los actores, aunque no les van a poder oír". Y con este planteamiento de comedia "se van a reír y les va a entrar el gusanillo y algunos pasarán dentro a ver la obra". Ese es el concepto de Eskaparateatro, "romper con la leyenda negra que persigue aún a esta disciplina de las artes escénicas y acercar el teatro a la gente".
Pero tiene sus complicaciones. "Lo más difícil de la obra es armarla -reconoce Martínez-. Hay un equipo entero que tiene que conjuntarse, y aunque son todos unos actores de bandera, tienen que asimilar un código distinto, el de un experimento. Éste no es un montaje teatral al uso, tiene más que ver con el quehacer de los titiriteros que con los de los teatros al uso. Daremos la función en lugares que no están preparados para eso, pero nos iremos acomodando".
Además de Álex Angulo, participan en la obra Vito Rogado, Gorka Aguinagalde, Mikel Losada y Ane Gabarain.