BIOS arropará el regreso de Carreras
La única orquesta privada de Euskadi interpretará los temas del maestro Kolonovits desde el foso del Teatro Arriaga
BILBAO - Todo listo para que se descubra el telón rojo del Arriaga. A partir de las 20.00 horas, cantantes, músicos, directores y responsables de atrezzo se afanarán para que la historia que cuenta El juez cautive y emocione a todas aquellas personas que se acerquen hasta el teatro bilbaino para presenciar la ópera del compositor austriaco Christian Kolonovits. La historia se centra en una cuestión delicada que aconteció en el Estado español durante los años 60 y 70 del siglo XX: la de los bebés que fueron sustraídos a sus madres para darlos en adopción a otras familias. Además, la ópera tiene otros alicientes, como es el de ver al tenor Josep Carreras interpretando una ópera completa, ocho años después.
No será el único en salir altamente motivado. Los más de sesenta miembros de la Bizkaiko Orquestra Sinfonikoa (BIOS) comparten la inquietud de Carreras. Ana Uriarte, fundadora y directora de BIOS, asegura que participar en este proyecto ha sido "un regalo". "Estamos encantados -insiste-, hemos puesto muchas ganas en este proyecto y estamos orgullosos de que el Arriaga cuente con nosotros una vez más".
No es la primera vez que BIOS se enfrenta a una ópera, pero en este caso se trata de "un estreno mundial", aunque apenas han tenido dos semanas para ensayar juntos. "Empezamos los ensayos el 14 de abril. Para un músico todo tiempo de ensayo es poco, pero estamos preparados", anuncia la bilbaina Belén Fernández, primer chelo de la orquesta. Los músicos coinciden en que la partitura no es fácil. Así lo constata otra bilbaina, Oihana Landa (flauta): "La obra es densa, es difícil para los cantantes y también para nosotros". Belén Fernández comparte esta opinión y añade que "es una obra con muchos cambios de ritmo". De todos modos, Uriarte matiza: "Es cierto, es una partitura compleja, pero a la vez resulta fácil de escuchar".
jóvenes con talento La BIOS se creó en 2004 con "la última generación de grado Superior del Conservatorio de Bilbao y la primera de Musikene", recuerda Uriarte. La orquesta está formada por cerca de 60 músicos, muchos de los cuáles han sido becados por la Diputación de Bizkaia para perfeccionar sus estudios en escuelas y conservatorios europeos: Ámsterdam, Munich, Londres?. Sus miembros han formado también parte de orquestas como la EGO, la JONDE u Orquesta Barroca (Salamanca), y colaboran también con la Orquesta Sinfónica de Bilbao y la de Euskadi. Además de concertistas, muchos son profesores en distintos conservatorios de la CAV, porque vivir de tocar parece tarea imposible. "Llevo ocho años viviendo en Holanda, y como yo hay muchos compañeros que se han visto forzados a salir, porque en Euskadi no hay opciones de tocar", revela el oboísta Xabier Lijó. Janire Gurutxaga, violinista de Galdakao, asiente con la cabeza: "Aquí hay pocas opciones, pero habría que empezar a sensibilizar a la gente desde abajo, desde la enseñanza. Se está empezando a hacer, pero aún queda mucho trecho para que la gente se aficione y entienda la música clásica"
La BIOS, única orquesta privada de Euskadi, tiene su sede en Amorebieta-Etxano. Diez años después de su creación, Ana Uriarte confirma su tésis primigenia: "Por un lado, pensaba que una orquesta de este estilo podía tener cabida para proyectos determinados y la tiene; además, se confirma que los músicos de aquí tocan muy bien".