BILBAO. El saxofonista Víctor de Diego, uno de los mejores músicos vascos de jazz, regresa a casa con el Año Nuevo con dos conciertos que tendrán lugar hoy, jueves, en Evidence Café Teatro (Barrainkua, nº 12) y mañana, viernes, en Hacería Jazz Club (Ribera de Deusto nº 42), a las 21.00 y 22.00 horas, respectivamente. El músico vizcaino presentará su último disco, Tribute, en el que repasará clásicos de John Coltrane y Cole Porter, en formato de trío. "Tocar standards no deja de ser un vehículo o una excusa para improvisar, algo en lo que siempre he estado muy a gusto", asegura.
Víctor de Diego, que reside en Cataluña desde hace años, edita su sexto disco con el sello Quadrant Records, el primero en formato de trío, sin guitarra ni piano. Al igual que en la grabación, en los conciertos de Bilbao se acompañará del batería Gonzalo del Val, con el que ya había grabado y tocado en numerosas ocasiones, y Jordi Gaspar, "un contrabajista de calidad y de mi quinta que ya tocó conmigo en mi primer concierto en Barcelona, en 1988, junto a Iñaki Salvador", asegura el saxofonista.
"Hacía tiempo que me apetecía tocar en trío, una fórmula que he utilizado desde hace años en los conciertos pero que nunca había grabado", indica de Diego, que sí reconoce que la ausencia de instrumentos de gran poder melódico como el piano y la guitarra, puede endurecer su propuesta. "Puede ser más duro para el oyente, sí, pero la fórmula me resulta muy atractiva porque condiciona la manera de tocar y, aunque pueda parecer una simpleza, ofrece más espacio para interactuar, ya que, a menos músicos, más espacio", apostilla el saxofonista, para quien si el trío logra llegar, "puede tener más pegada y es más gratificante".
repertorio La otra novedad de Tribute, tal y como ya sugiere su título, es el repertorio. Solo tres de la decena de temas del CD son propios; el resto son versiones de autores legendarios como Cole Porter (My heart belongs to daddy), John Coltrane (Lazy bird) o Thelonious Monk (I mean you), entre otros. "La mayoría son standards de jazz. No deja de ser un vehículo o una excusa para improvisar, algo en lo que siempre he estado muy a gusto", aclara de Diego, que utiliza el término en un sentido muy amplio. "Yo entiendo los standards como composiciones de la época de Broadway que, por cierto, algunos de los jazzmen que más me han gustado, recogieron y adaptaron a su manera de tocar jazz tal y como se conoce hoy en día, más elaborado y arriesgado rítmica, melódica y armónicamente", explica. El saxofonista destaca el sonido competitivo de su último disco y lo achaca a cómo fue grabado. "Las condiciones técnicas fueran las mejores que he tenido. Lo grabamos tocando los tres juntos pero cada uno por separado, en cabinas, como hacen los yankees, que en el jazz nos llevan años de adelanto".