Manolo Escobar, adiós al símbolo de la copla española
Manolo Escobar falleció ayer, víctima de una larga enfermedad, tras una dilatada carrera artística de 55 años
bilbao. En 1969, mientras los Beatles gestaban su pieza más famosa, Abbey Road, las emisoras de radio españolas emitían una y otra vez uno de los estribillos más tarareados y conocidos: Mi carro. Esta canciónse convertía de esta manera en uno de los símbolos de la cultura popular del franquismo. Manolo Escobar (Ejido, 1932), quinto hijo de una familia de diez hermanos que se trasladó a vivir a Badalona, falleció ayer a los 82 años de edad y lo hizo como había avisado que haría: cantando.
Los problemas de salud tras un cáncer de colon, convertido en metástasis, le habían llevado a suspender todos sus compromisos artísticos y tenía previsto reaparecer precisamente en Bilbao, en el Palacio Euskalduna, el próximo 4 de enero, ciudad con la que siempre tuvo feeling pese a todo, y donde el cantante iba a hacer un repaso de los grandes temas en su larga trayectoria artística. De hecho, las personas que compraron la entrada para este concierto podrán recuperar el dinero a través de los mismos canales por los que las compraron en su día.
Su carrera se inició en Badalona, la ciudad que acogió a miles de inmigrantes andaluces que dejaron su tierra para trabajar en Barcelona. En esa tierra, a finales de la década de los 50 formó junto a varios de sus hermanos el grupo Manolo Escobar y sus guitarras, que llegó a grabar un disco. La aventura de la música era, no obstante, una empresa demasiado arriesgada en pleno auge del franquismo y solo él siguió adelante.
Debutó en solitario en 1961 en Córdoba con el espectáculo Canta Manolo Escobar, iniciando una primera década de éxito jalonada por dos hitos musicales, la rumba El porompompero y Mi carro, probablemente su canción más icónica, aunque recientemente declarara que estaba "hasta las narices" de ambas. Sin embargo, en la última entrevista que concedió a DEIA en noviembre de 2011 con motivo de su última actuación en Bilbao, se decantaba más por El porompompero porque es "mucho más conocido fuera".
En el recuerdo quedarán también una veintena de películas hechas "para divertir y entretener a la gente" de aquel tiempo, como Juicio de faldas, Cuando los niños vienen de Marsella o Relaciones casi públicas. Su carrera discográfica fue sin embargo bastante más longeva y siguió adelante durante 55 años, pero fiel a su estilo "clásico", porque como él decía en la misma entrevista, no sabía hacerlo de otra manera.
copla en euskera Sus últimos diez años de vida se vieron trabados por numerosas visitas al hospital, desde que en 2010 se le extirpó un tumor en el colon, pero nada le impedía retornar una y otra vez al trabajo, como lo hizo con Antología de la copla, un estilo del que dijo que nunca moriría. Este fue el último espectáculo en vivo que trajo al Palacio Euskalduna el 20 de noviembre de 2011, donde recorrió historias de amor, desengaño y añoranza. Acompañado por Sylvia Pantoja, Carlos Vargas y la guipuzcoana Natalia Mellado, incluyó copla en euskera en una combinación difícil de olvidar.
Su otra pasión, además de su nieta, de la que llegó a confesar en la misma entrevista a este periódico que "es el último disco que he sacado", fue la pintura, hasta el punto de que se consideraba "un coleccionista peligroso". De hecho, Manolo Escolar llegó a atesorar casi 2.000 obras, desde la abstracción al expresionismo, y con firmas tan destacadas como Zuloaga, Juan Gris, Tàpies, Millares, Chillida, Saura, Canogar, Chirino, Genovés, Úrculo o Barceló.
Finalmente, el cáncer le venció ayer y murió en su casa de Benidorm "dulcemente" tras ser dado de alta hace dos días.