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'Umezurtzak', un filme sobre cómo afrontar el dolor en tiempo de paz

Ernesto del Río lleva al cine el encuentro de un expreso de ETA y una víctima

'Umezurtzak', un filme sobre cómo afrontar el dolor en tiempo de pazD. de Haro

bilbao. Por primera vez tras el cese del terrorismo, una ficción cinematográfica ambientada en el País Vasco aborda el encuentro entre un expreso de ETA y la hija de una de sus víctimas en Umezurtzak. La cinta, dirigida por el bilbaino Ernesto de Río y protagonizada por Itziar Atienza y Patxo Telleria, fue presentada ayer en la Alhóndiga, dentro de la 4ª muestra de Cine hacia la Convivencia, conocida como Zinexit. Se trata de un telefilme rodado en euskera -subtitulada en castellano- destinado a la pequeña pantalla, que no se estrenará en salas comerciales pero sí se presentará a festivales.

La película está ambientada en Bilbao en el año 2012, pocos meses después del anuncio del cese definitivo de ETA. A pesar de que el argumento fue ideado hace más de una década por del Río y Luis Eguiraun, han querido aprovechar el contexto actual para rescatar la historia, adaptándola al momento, con un guion de Juan Bas. En palabras del director, el filme narra "un cúmulo de acontecimientos que han ocurrido en estos 50 años que parece que ahora encuentran salida".

Umezurtzak -Los huérfanos en castellano- presenta a una jueza (Atienza) cuyo padre, también magistrado, fue asesinado por ETA hace 27 años. Su vecina y gran amiga tiene una hija adolescente que inicia una relación con un joven que vive con su padre (Telleria), en libertad tras pasar 17 años en prisión y que participó en el atentado que acabó con la vida del padre de la protagonista. Del Río aseguró ayer que se trata de una "historia personal, íntima", que trata de reflejar "el drama vivido por los personajes, más allá de los discursos políticos". En ese sentido, el director destacó el papel de las víctimas del conflicto armado, quienes deben "resolver sus vidas" en soledad, "por encima de la realidad que les rodea", en tanto que son los únicos "gestores de su propia personalidad".

En lo que respecta a su personaje, Atienza aseguró haber sentido "mucha responsabilidad" con su interpretación, que consideró "contenida" en cuanto a emociones. En palabras de la actriz, a mucha gente le gustaría tener la oportunidad de encontrarse con el responsable de su sufrimiento y "poder sacar todo lo que tiene dentro". Los protagonistas explicaron que sus personajes intentan recomponer su vida en base a un indulto que no es posible, la grieta entre ambos es demasiado grande. "El perdón no es algo que se pida, es algo que se concede", reflexionó Telleria.

A pesar de eludir la "moralina", el director declaró que el filme, que evoca "el cine de transición", evidencia cómo "las generaciones más jóvenes, sin tanta adherencia con la historia, escribirán de otra manera lo que tenga que pasar en el País Vasco en un futuro". Mientras tanto, del Río refleja un problema actual, que en palabras de Telleria se resume en "¿cómo podemos enfrentarnos al dolor en tiempo de paz?".