Tabakalera, en fase de pruebas

SABEDORES, quizá, del desgaste de imagen sufrido por los constantes retrasos y cambios de rumbo, los actuales responsables de Tabakalera convocaron ayer a la prensa para realizar una visita guiada a las obras del edificio y avanzar algunos aspectos de un proyecto cultural que ya está en marcha. La directora del centro, Ane Rodríguez, y el gerente, Haritz Azkarraga, subrayaron que hasta 2015, año en el que está prevista la inauguración del centro, Tabakalera estará "en fase de pruebas".

En primer lugar, Rodríguez recordó que en virtud de los varios redimensionamientos que ha sufrido el proyecto cultural de Tabakalera dispondrá de 10.000 metros cuadrados en lugar de los 37.000 inicialmente previstos. El centro albergará, además, las instalaciones del Instituto Etxepare, la Filmoteca Vasca y, "probablemente", las oficinas del Zinemaldia. Kutxa, que aporta el 23% del presupuesto de una obra que ascenderá a unos 56 millones de euros, dispondrá de un amplio espacio cuyo uso aún está por concretar.

En principio, parece descartado que la entidad bancaria pueda instalar en Tabakalera, por ejemplo, un hogar del jubilado, ya que en virtud del acuerdo, debe existir una "coherencia" con el proyecto cultural. "Kutxa ha mostrado muy buena disposición; su actitud es la de consultar y trabajar de manera coordinada", aseguró Azkarraga.

El gerente también explicó que en el edificio quedarán 2.600 metros cuadrados sin uso definido. Los responsables del centro trabajan ya en la búsqueda de "clientes" privados que quieran ocuparlos y con sus aportaciones contribuyan a la "viabilidad" económica del centro. "Tabakalera tiene mucho que ofrecer a las empresas y existen precedentes de grandes marcas que apuestan realmente por la creación", afirmaron. A modo de ejemplo citaron a la firma Red Bull, que patrocina actividades musicales en el Matadero de Madrid.

Programa audiovisual y ubik

'Trans¨itoak' e Hirikilabs

Según apuntó la directora, el proyecto cultural será el "motor" de Tabakalera, definido como "un centro de creación de cultura contemporánea" en su sentido más amplio. No estará, como era su objetivo inicial, especializado en la cultura audiovisual -"le hemos quitado ese apellido"- ni dividido por áreas. Será "flexible" y se adaptará así a los cambios que se den en cada momento en lo relativo al arte, el audiovisual, el sonido y la arquitectura, entre otras disciplinas. Sus destinatarios serán siempre los creadores, a quienes se ofrecerán "herramientas" para desarrollar su trabajo, y el público.

La etapa que va desde el presente hasta 2015 se plantea como un "prólogo" en el que Tabakalera, sostenido por el Ayuntamiento de Donostia, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno vasco, tendrá la oportunidad de testar y probar su programa. "Será un prototipo de lo que seremos y podremos generar comunidad, acercándonos poco a poco al público", señaló Ane Rodríguez, que fue desglosando algunas de las actividades que se pondrán en marcha de modo inminente.

Trans¨itoak, por ejemplo, será un proyecto de mediación y urbanismo que, con la ayuda de la ciudadanía, intentará activar espacios en desuso en torno al edificio de Tabakalera. Así, este mismo sábado se realizará un mapeo o recorrido por Egia en busca de callejones, solares o locales comerciales vacíos en los que el centro podría desarrollar alguna actividad cultural.

Además, el próximo octubre, coincidiendo con la semana de la arquitectura, en las proximidades del centro será instalado un "dispositivo" o "mini-Tabakalera" para paliar la ausencia de sede fija. Hasta la apertura del centro, servirá de "referencia" al público para actividades complementarias como talleres, seminarios o festivales.

Por otro lado, la iniciativa Hirikilabs será el "punto de encuentro" entre los laboratorios de Tabakalera e Hirikia, el sistema de trabajo de Donostia 2016 que difunde y potencia la cultura libre. Así, el antiguo edificio de bomberos, que en breve albergará la oficina de la capitalidad, será la sede de este proyecto que de julio a septiembre propondrá talleres de diseño colaborativo. Entre otras cosas, se construirán herramientas como impresores 3D, escáneres de libros o fresadoras.

El programa audiovisual, centrado en "experimentar con nuevos lenguajes y formas", estará destinado a dos tipos de público: al ya iniciado, al que este año ya se le han ofrecido talleres especializados, y a los ciudadanos sin un conocimiento previo del sector. Estos últimos podrán participar en julio en un taller que servirá "para despertar su mirada sobre la ciudad" y plantear "reflexiones sobre los usos del espacio público". "Será una especie de alfabetización básica", señaló Rodríguez, que también recordó que Tabakalera seguirá colaborando con el Encuentro Internacional de Estudiantes del Zinemaldia y las proyecciones del cine de verano en Cristina Enea.

Por último, la mediateca, uno de los proyectos más ambiciosos del centro, pasará a denominarse Ubik, como la novela de ciencia ficción en la que Philip K. Dick retrataba diferentes universos y realidades. Será un espacio de índole documental y bibliotecaria, "con nuevos servicios" que permitirán al ciudadano experimentar y despertar su creatividad.

De momento, se han registrado en Ubik todas las actividades realizadas en Tabakalera, así como los catálogos de Audiolab y Ertz. También trabajan con la Filmoteca y el Zinemaldia "para poder articular un archivo público" y realizarán un "mapeo" de videojuegos en la CAV y Nafarroa. "Iremos definiendo Tabakalera a medida que hacemos todas estas cosas", afirmó Rodríguez.