La Filmoteca Vasca está "más viva que cuando empezó"

Donostia. Primero de mayo de 1978. Esa es la fecha en la que la Filmoteca Vasca fue creada por "un grupo de pirados". El cariñoso adjetivo lo empleaba ayer uno de esos locos, Peio Aldazabal, que impulsó la institución junto a Juan José Almuedo, José Luis Basoco, Nestor Basterretxea y José Manuel Gorospe. Treinta y cinco años después, los fundadores recibirán hoy el homenaje de la sociedad vasca en un acto que tendrá lugar a las 20.00 horas en el Teatro Principal de Donostia, donde se proyectará Ama Lur (1968). Será el último de los actos de celebración de un aniversario en el que la semana pasada participó el cineasta Víctor Erice.

Aldazabal, que esta tarde ofrecerá un breve discurso antes del pase del filme, recordó los difíciles inicios de una entidad que tardó tiempo en recibir ayudas institucionales pero que siempre ha estado "al servicio de la cultura de nuestro pueblo". "Nuestra labor, pese a la escasez de medios, ha sido constante, y con el tiempo nos hemos convertido en un referente importante", señaló. "La Filmoteca está más viva que cuando empezó. Nació con 600 metros de película y ahora debe de tener unos nueve millones", subrayó el exdirector de la institución, acompañado por su sucesor y actual responsable, Joxean Fernández.

Principales hallazgos

En el mismo instante de su creación, los pioneros de la Filmoteca se lanzaron a la búsqueda de todo el material cinematográfico producido en el País Vasco. "Fue imposible dar con muchas películas pero en el camino encontramos muchas sorpresas", recordó Peio Aldazabal, que fue enumerando los principales hallazgos de la entidad. Especialmente importantes, por su antigüedad, fueron la copia de El mayorazgo de Basterretxe (1928), o las secuencias rescatadas de Edurne, modistilla de Bilbao (1924), considerado el primer largometraje vasco. También encontraron algunos cortos de ficción realizados en aquella época como Un drama en Bilbao (1923) o Lolita la huérfana (1924), y muestras del primer noticiario vasco, llamado Eusko Ikusgaiak.

También fue una sorpresa el descubrimiento de una copia de Au Pays des Basques (1930), la primera película de temática vasca que, entre otras cosas, incluye canciones en euskera. Se trata de una obra que los responsables de la Filmoteca encontraron perdida en un rastro del país vecino y que es, además, la primera producción sonora francesa rodada en exteriores.

Además de esos hitos, Aldazabal quiso hacer también hincapié en las valiosas aportaciones de infinidad de familias vascas que han cedido a la Filmoteca sus cintas domésticas. Solo el año pasado se incorporaron al archivo unos 900 rollos de película que ayudan a preservar la "memoria histórica" del país, con imágenes de bodas, celebraciones y acontecimientos a los que el cine y la televisión nunca ha llegado.

Por último, Peio Aldazabal destacó un hecho claro: "Las filmotecas se convertirán en las únicas entidades que conserven el soporte cinematográfico, porque hoy en día el 50% de las salas proyecta en sistema digital". Además, el exdirector de la Filmoteca agradeció el homenaje a los fundadores y deseó un "futuro esplendoroso" a una institución a la que solo le falta una sala de proyecciones. "Todas las demás bases están ya montadas", aseguró.

Tabakalera

Precisamente en esa reivindicación se centró Joxean Fernández. "Si a mediados de 2015 nos instalamos en Tabakalera -y esa es nuestra voluntad-, el paso adelante de la Filmoteca va a ser realmente histórico", enfatizó su director. En primer lugar, dijo, mejorarán "notablemente" sus infraestructuras, habrá "unidad de archivo" y "una sala de cine donde llevar a cabo una programación estable": "Es una carencia histórica que ansiamos ver subsanada".

Los "ejes" de esa programación serán el cine vasco, las películas que no llegan a las salas comerciales y los clásicos, porque "las filmotecas deben permitir el acceso a los clásicos en pantalla grande, el lugar para el que fueron concebidos". En ese sentido, consideró "importantísimo" el trabajo educativo con los espectadores más jóvenes.

Fernández recordó que aunque la Filmoteca seguirá teniendo su sede en la capital guipuzcoana, su intención es "llegar a toda Euskal Herria", como ha hecho recientemente con sus primeros ciclos, cuyas películas se proyectaron en Baiona, Bilbao, Gasteiz y Donostia.