Depedro, la inquietud voraz del trotamundos

Bilbao

jairo Zavala es un compositor, cantante y guitarrista curtido en mil batallas. De ellas, bien fuera Vacazul, 3.000 Hombres, Amparanoia o el grupo musical de un programa televisivo, siempre salió airoso. Tras dos décadas de carretera y escenario, ha logrado estabilidad artística como líder de Depedro, donde, fruto de sus viajes, demuestra la inquietud voraz de un trotamundos. Su último "disco-esponja" se titula La increíble historia de un hombre bueno (Warner) y se presentará en directo en Bilbao en mayo. En él muestra su rabia ante la situación actual y se apoya en colaboraciones de Calexico, Tony Allen y músicos de Devotchka y Nada Surf.

El tercer disco de Depedro se ha grabado en Madrid, París y Tucson. Allí, en el desierto de Arizona, en Estados Unidos, tiene su estudio Craig Schumacher, un habitual en los discos de Iron & Wine, M. Ward, Neko Case o Calexico. Con este último dúo de folk fronterizo formado por Joey Burns y John Convertino, como músico de apoyo, Jairo ha recorrido medio mundo, de Italia a Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Grecia, Bélgica, Guatemala, España, México, El Salvador, Rusia, Australia, Estados Unidos e Israel, impregnándose de vivencias y músicas.

Jairo, con sangre peruana por vía paterna y cuya madre se crió durante años en Guinea, ha utilizado bien sus viajes en su disco actual, en el que el músico, que parte de lo local para desembocar en lo global, ha logrado colaboraciones de músicos de tres continentes y credenciales envidiables como Tony Allen (batería de Fela Kuti); Calexico; Nick Urata (miembro de Devotchka, que pusieron banda sonora a la película Little Miss Sunshine), Martin Wenk (Nada Surf) o Bernard Fanning, de los australianos Powderfinger.

"Hemos tocado y compuesto en muchos sitios, y disfrutado del camino. Esos viajes y experiencias están reflejados en parte de las canciones. Hay colores que saboreaba con otros músicos, como el africano con Allen. Y Calexico son muy importantes, son como mis padrinos, me han desbloqueado esa parte del cerebro que te hace tocar música de otro modo", asegura Jairo, que reconoce que en el disco "hay colaboraciones que no hubieran surgido si no es por los viajes; he disfrutado creando este retoño nuevo", apostilla.

Disco ambicioso a la vez que sencillo y emotivo, La increíble historia? carece de prejuicios y aúna cajas de ritmos, saxos, trompetas mariachis, contrabajos y guitarras acústicas y eléctricas. Es un disco estilísticamente voraz, que combina el riff y el aroma latino de Hombre bueno, un single heredero de los Radio Futura más mestizos con la cumbia explícita y alegre El pescador, "compuesta en una mañana de sol"; el aire de trova de A veces; ecos africanos en Invulnerable; Americana en De cómo empezamos y ¿Qué habéis hecho?; y el lirismo de la susurrada Ella sabía.

Rabia El disco, de título algo literario, se ha impregnado del ambiente social vivido en los dos últimos años, fecha de edición de su predecesor, Nubes de papel. A pesar de ello, "este tiene una mirada mucho más positiva y luminosa", explica. "Todo lo que pasó a partir del 15-M, no ya políticamente sino como inspiración, ha tenido gran influencia en las letras. Sobre todo en lo que ha pasado después. En los portales donde no sabías cómo se llamaba el vecino, ahora sí pasa, solo por el detalle de interesarte por la vida de quien está a tu lado. Aunque no se consiga algo tangible a corto plazo, sí que se han producido pequeños movimientos poderosos", indica.

El CD incluye versos sobre "el invierno que llega" y nos "congela los sueños", pero quedan empequeñecidos ante un aluvión de estrofas trufadas de rabia -"me niego a creer que esto es todo, que ya se ha acabado lo soñado"- y de esperanza. Como la de Invulnerable -"nunca te das por vencido, aunque hayas perdido"- o la de ¿Qué habéis hecho? -"habrá que reunir las fuerzas que nos queden para volver a empezar y que no nos frenen"-. "Cada disco hace que pueda mantener mi estilo de vida, que es hacer música, viajar y estar con mi familia. Y poder compartir con otros músicos y me sirva de amplificador para saber y conocer más. Es un proceso natural dentro de la curiosidad. Me da más elementos y colores", explica Jairo.