El bandolero Curro Jiménez cabalga camino del cielo
Sancho Gracia falleció el miércoles a los 75 años a consecuencia de un cáncerpulmonar diagnosticado en 2001El actor protagonizó una dilatada carreraen el mundo de la interpretación, bajo la sombra siempre de la serie de TV
madrid. Si Humphrey Bogart "era" el Rick de Casablanca, Sancho Gracia fue y será ya por siempre Curro Jiménez, el bandolero trabucaire que no eclipsó, sin embargo, 57 años de carrera en los que interpretó personajes "enormes" en el cine, la televisión y el teatro al lado de "lo mejor de lo mejor".
El actor, productor, director y guionista, que nació en Madrid en 1936 y murió el miércoles a última hora del día, rodó a las órdenes de Juan Antonio Bardem, Jaime de Armiñán, Vicente Aranda, Mario Camus, José Luis Cuerda, Adolfo Aristarain, Alex de la Iglesia o Pilar Miró, fue alumno de Margarita Xirgú, trabajó en Estados Unidos con Charlton Heston y en el Estado con "los más grandes de antes, de ahora y de siempre", decía.
Pero, como él recordaba, su Curro Jiménez nació en el momento "preciso" y por ello, y por su audiencia millonaria, se convirtió con 40 episodios emitidos entre 1976 y 1978 por TVE en un éxito sin precedentes. "¿Qué película dice todo el mundo si mencionas a Humphrey Bogart? Casablanca, ¿verdad? Pues eso. Me pasa lo mismo y me parece estupendo y me encanta que me recuerden por Curro, porque además es una serie que creé y produje", resumía el actor.
El problema, subrayaba, era que "se hubiera quedado solo en eso" pero, como decía su amigo el guionista Rafael Azcona, supo bajarse del caballo "y seguir siendo un pedazo de actor". Félix Ángel Sancho Gracia, al que sus muchísimos amigos llamaron siempre Félix, prestó su físico y su voz al personaje de tal forma que era muy fácil que por la calle le llamaran, hasta sus últimos paseos por la calle de Embajadores, "Curro".
Uno de sus proyectos más queridos fue la serie documental, producida por RTVE y su empresa, Wanda, sobre los héroes latinoamericanos, de las que ya estaban completas las películas dedicadas a José de San Martín, José Gervasio Artigas, Miguel Hidalgo y José Martí. Le gustaba participar en la elaboración de los guiones, pero lo que más le atraía era la parte de producción porque, presumía, era como una especie de "José Tomás": "Cojo el toro, le pego 28 pases y, en vez de matarlo como él, digo aquí lo dejo en suerte".
Su carrera de actor empezó presentándose a un anuncio de la Escuela de Dramática Municipal de Montevideo, que dirigía la española Margarita Xirgú. Ella le instruyó y le enseñó las máximas que dirigieron su vida: "Ayuda a los demás y los demás te ayudarán a ti". Volvió a Madrid a principios de los 60 para actuar en Calígula con José Tamayo y su gusto por la guasa acompañó toda su vida a este "pícaro" del siglo XX, al que le complacía contar anécdotas como la del accidente de coche que tuvo con su "hermano" Paco Rabal.
En su último proyecto como actor quiso recuperar la magia y el romanticismo del bandido que personalizó como Curro Jiménez, con un espectáculo diseñado por él, Versos bandoleros y canciones escondidas, que se estrenó en julio del año pasado en Galicia.
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