Los Enemigos se reagrupan y editan una completa caja con inéditos de su discografía

Bilbao. Este mes han vuelto a tocar en Madrid, una década después de su disolución y en el marco de su gira de reunificación, Los Enemigos, el grupo de Josele Santiago, coincidiendo con la edición de Desde el jergón (Warner), caja de 5 CDs y un DVD que ofrece un repaso pormenorizado -éxitos, inéditos, maquetas, tomas en directo…- de su rock urbano, cazallero, de voz de lija, asilvestrado y despeinado, textos imaginativos e influencias blues. "Trabajamos duro y fuimos honestos", asegura Santiago.

Chema Animal a la batería, Fino Oyonarte al bajo y Josele Santiago a la voz y guitarra fueron el trío original de Los Enemigos, reforzado después -ahora, también- por la guitarra de Manolo Benítez. Todos han apartado sus carreras en solitario -especialmente lúcida y arriesgada la de Josele-, para reagruparse y poner en marcha la gira Revuelta enemiga, que surge "sin plantearse las cosas a largo plazo" pero con la intención de "pasar por cuantos más escenarios, mejor".

El regreso del cuarteto, que por ahora no incluye fechas vascas, coincide con Desde el jergón, caja de 5 CDs y el DVD Hasta el lunes, grabado en directo durante el último concierto del grupo en la sala La Riviera madrileña, hace diez años. Todas las grabaciones, cuya selección han recaído principalmente en Fino, se han remasterizado a partir de las cintas originales. "Encontrar el material ha sido enfermizo, pero ha merecido la pena", explicó Fino en su presentación, en la Vía Láctea del barrio de Malasaña, segunda "casa" del grupo.

discografía Desde el jergón, que toma como nombre uno de sus clásicos, un medio tiempo estremecedor que narra los sentimientos de un preso, ofrece una recopilación, ordenada cronológicamente, en tres CDs. Se inicia con su debut de 1986 -¡esa portada con un porrón y título beodo, Ferpectamente!-, del instrumental El ataque de los hombres brusters a las divertidas, Florinda, Dono mi cuerpo -"y al que le toque la pilila, que la use más que yo"- y Fuagrás, con su humor negro en estado de gracia. Su socarronería se mantuvo siempre, pero musicalmente el grupo no dejó nunca de crecer, como demuestra la selección de sus dos primeras obras maestras -Un tío cabal y La vida mata-, del que se rescatan Solo soy un ser humano, John Wayne, Septiembre o El gran calambre final, con ecos de mayores del rock capitalino como Rosendo y sus Leño.

La caja agrupa también su discografía de la madurez -La cuenta atrás, con sus arreglos de viento; la lírica y escapista La otra orilla…- y la de los últimos discos, Gas y Nada, en los que el potencial de sus repertorios se tradujo en una gran contundencia sonora y de producción. De la mala hostia de Alegría al clásico Dentro, la irónica No me caigo bien (me caigo mal), la casi metálica Sr. Correcto, Todo a cien o un Antonio de ritmo vacilón pero letra triste en homenaje al cantautor Antonio Canta.

paradojas La caja se completa con un disco de rarezas -desde el furioso instrumental rockabilly Pájaro loco a las primeras grabaciones de clásicos y tomas en vivo- y su último concierto, titulado Hasta el lunes, que también se ofrece en DVD. "Resulta paradójico que la única oportunidad que tuvimos de dejar constancia de nuestro directo en imágenes fuese en el momento de separarnos", recuerda Fino. "Trabajamos duro y fuimos honestos. Seguimos siéndolo", indica Josele. "Supongo que eso será suficiente para sacar un poco de pecho de vez en cuando, delante de los amigotes", apostilla. Amigos para siempre. Han vuelto Los Enemigos. Traen alegría pero se acabó la paz.