Gijón

Genesis P-Orridge podría haber sido la protagonista de los artículos de arte o música de la sección de Begira. Su caso, único en el mundo, bautizado como pandroginia, envuelve el gusto por la experimentación y una concepción artística llevada hasta las últimas consecuencias. El documental The Ballad of Genesis and Lady Jaye, estrenado en la sección más audaz del Festival de Berlín y proyectado en la retrospectiva que le ha dedicado el Festival de Gijón a Marie Losier, su directora, es difícil que deje indiferente a alguien.

Genesis, conocido miembro de las bandas Throbbing, Psychic TV o Gristlie, ya había dado muestras de su personalidad apabullante en sus actuaciones musicales. Un sucedáneo de experimentación, actitud, creación y contracultura punk con un público incondicional que idolatraba su performance y fuerza escénica. Desde pequeño, cuando acudía a las rígidas aulas británicas, sabía que su carácter rebelde e inconformista le iba a perseguir toda su vida.

Un tropezón con el menudo pie de la directora Marie Losier hizo que ambos se conocieran. La pequeña artista francesa afincada en Nueva York y autora de piezas audiovisuales aclamadas en museos y filmotecas es especialista en los retratos filmados. Algunos iconos como Mike Kuchar, Richard Foreman, fundador del Teatro Ontológico Histérico o el músico de vanguardia Tony Conrad han sido los sujetos con los que ha trabajado Losier, que acostumbra a trabajar con amigos.

Desde ese tropiezo accidental y ya como amigos y cómplices, Losier centró su cámara en la curiosa e intensa relación de amor entre esas dos personas. Genesis, que ejercía de padre de familia, solía desconectar en la casa de una amiga de Nueva York. Su vida dio un giro crucial cuando descubrió a Lady Jaye bajando por una escalera. Fue un amor a primera vista que desembocó en un proyecto personal bautizado como la pandroginia, la creación de un nuevo espacio, un tercer sexo, en el que la clásica definición de los géneros (hombre y mujer) se diluye para fusionarse en un nuevo ser. "No versa sobre el género. Algunos hombres se sienten atrapados en el cuerpo de una mujer; y algunas mujeres, atrapadas en un cuerpo de hombre. Según la pandroginia, el individuo se siente atrapado en un solo cuerpo. El cuerpo es simplemente la maleta que llevamos alrededor. Sobre todo la mente, el conocimiento", matiza Genesis.

Genesis y Lady Jaye querían mimetizarse y fusionarse como muestra de su inmenso amor y dejar un legado científico y artístico. Pero, claro, la diferencia de edad y los achaques irreconciliables en el ámbito corpóreo se hacían notar. O sea, que estaban más unidos psicológicamente que por parecido físico. Sin embargo, a su manera, la simbiosis había comenzado y con la ayuda necesaria e inestimable del bisturí y el maquillaje, Genesis y Lady Jaye lograron su meta: sentar las bases de la pandroginia y pasar a la posteridad como la relación amorosa más intensa jamás contada. El nacimiento de un nuevo concepto. Híbrido e inimitable.

Marie Losier era la directora que necesitaban para mostrarse en la intimidad y convertirse en objeto filmado. Durante siete años de convivencia y confesiones, retrató la vida de la pareja, aunque el carisma de Genesis cobra mayor protagonismo. No es extraño que el escritor William S. Burroughs, uno de sus grandes aliados, quisiera conocerlo: "Resultó exactamente como yo había imaginado. Inhumanamente inteligente. Sin duda alguna, el mejor trabajo es la vida que construimos. Un verdadero personaje". El documental es una ocasión perfecta para adentrarse en su complejo mundo de representación constante, discurso a contracorriente y coherente, disparatadas reconstrucciones y escenografías bizarras. Secuencias rodadas en 16 mm., en las que se aborda con naturalidad, agudeza, creatividad y emoción la belleza extraña de un amor idealizado y balsámico.

La trágica muerte de Lady Jaye obligó a un final no soñado. Genesis animó a su amiga a que terminara de montar ese enorme collage de emociones, fetichismo y posmodernidad, donde Losier combina imagen con sonido, en constante asincronía. El único equilibrio de este original y brillante documental es el que representa el amor que perdurará en los libros de historia y en su testamento fílmico.