bilbao. El Teatro Arriaga pone fin a su programación musical de la temporada 2010-2011 con un concierto perfecto para poner el broche de oro. El Orfeón Donostiarra interpretará la última obra sacra de Gioachino Rossini, Petite messe solennelle (Pequeña misa solemne).

Este sábado a partir de las ocho de la tarde, las voces del Orfeón Donostiarra entonarán esta obra junto a la soprano Elena Barbé, la mezzosoprano Ainhoa Zubillaga, el tenor José Luis Sola y el barítono Jesús María Aréjula. Los intérpretes, bajo la dirección musical de José Antonio Sáinz, revivirán la música del genial compositor italiano con el organista Gerardo Rifón y el pianista Patxi Aizpiri.

Rossini compuso Petite messe solennelle en 1863 y la estrenó un año más tarde. El musicólogo Richard Osborne la define como: "La quintaesencia de Rossini, una pieza seria, bellamente ordenada, por momentos extrañamente novedosa y de fisonomía serena y melancólica". Por su parte, el Orfeón Donostiarra se fundó en 1897 y está considerado como uno de las agrupaciones corales más importantes del Estado. Su repertorio abarca más de 50 títulos de ópera y zarzuela, un centenar de obras sinfónico-corales y gran número de obras de folklore y polifonía. Sus miembros son amateurs, anualmente ofrece una media de 35 a 40 conciertos. Ha conocido cuatro etapas bien definidas por el carácter y personalidad de sus respectivos directores: Secundino Esnaola, Juan Gorostidi, Antxon Ayestaran y José Antonio Sáinz Alfaro, que se hizo cargo de su batuta en 1987.