SOn apenas unos minutos pero su capacidad para llegar al espectador es tan elevada que no son necesarios más. Son los cortometrajes, los hermanos pequeños de los largos. El catálogo Kimuak selecciona cada año los mejores cortometrajes que se realizan en Euskadi. De los 76 presentados en la última edición, la decimotercera de la historia, nueve fueron los premiados por este programa del Gobierno vasco y la Filmoteca vasca para la promoción y difusión internacional de la creación en miniatura made in Euskadi. La alfombra negra del pasado Zinemaldia se extendió para acoger los estrenos del menú presentado por Kimuak, dentro de la sección Zinemira-Panorama de Cine Vasco.
Sólo tres de los realizadores elegidos repiten en Kimuak. Borja Cobeaga, Isabel Herguera y Asier Altuna ya saben lo que es que este proyecto les distribuya sus producciones. En esta ocasión, van con Un novio de mierda, Ámar y Artalde, respectivamente. El resto se estrenan en estas lides. Daisy Cutter-La cortadora de margaritas, de Rubén Salazar y Enrique García; Exhibition 19, de Alaitz Arenzana y María Ibarretxe; La gran carrera, de Kote Camacho; Khorosho, de Miguel Ángel Jiménez; Ondar Ahoak de Angel Aldarondo y El premio, de Elías León Siminiani completan el catálogo.
Si en algo destaca el catálogo Kimuak 2010 es por la presencia de tres cortometrajes de animación, siendo uno de ellos el primero que se realiza en 3D. Daisy Cutter-La cortadora de margaritas, Ámar y Ondar Ahoak, aunque cada uno ofrece una visión diferente de cómo aplicar la animación. Desde el novedoso 3D, que parece que sólo está asociado con grandes superproducciones norteamericanas, hasta el dibujo, pasando por la fotografía como medios para conseguir dar vida a personajes, en un principio, estáticos. Esta técnica permite viajar en el espacio y en el tiempo. De la India a Ondarroa, pasando por Irak para rodar.
"daisy cutter-la cortadora de margaritas"
Enrique García y Rubén Salazar
Sin duda, la gran novedad este año en el catálogo Kimuak es la inclusión del primer cortometraje de animación en 3D. Las cabezas pensantes de este proyecto han sido Enrique García y Rubén Salazar. Una historia sobre el daño que causan las guerras dibujadas en la mirada de una niña. "Rubén y yo queríamos hablar sobre cómo sufre la población civil, el constante acoso en las guerras, el malestar, la pérdida de seres queridos. Una pequeña reflexión sobre el dolor que se siente cuando pierdes a tus seres queridos", explica Enrique García, uno de los directores, ya que cuando habló con DEIA su compañero se encontraba de viaje.
El cortometraje se centra en una niña iraquí, pero García aclara que podía ser una niña "afgana o de Nueva York o de Madrid" porque "reflexiona sobre un acto que, en principio, se podía haber evitado".
La elección de una niña tampoco fue casual, ni por su edad ni por su género. "La lista que manda el gobierno de bajas se refiere a los militares y el personal que ha perdido. Era importante que fuera una niña por ver la inocencia del pueblo. No sé, una niña de diez años ¿qué mal puede hacer a la humanidad?", lamenta García.
"La historia se titula La cortadora de margaritas y el espectador va a pensar que es una niña, pero realmente es otra cosa dentro de la historia pero como su nombre indicaba tenía que ser una chica", precisa el codirector. Daisy traducido al castellano significa margarita.
Además de ser el primer corto en 3D, Daisy Cutter-La cortadora de margaritas no deja indiferente a nadie ya que durante los minutos que dura no se escuchan diálogos. "Con las imágenes y la música la historia está contada. Es nuestro segundo corto. El primero fue Perpetuum mobile que tenía diálogos y después de revisar la historia vimos que se podía contar sin diálogos. Ahora hemos vuelto a repetir", destaca Enrique, que señala que sí se oyen voces pero están en "árabe" y son de la "televisión de Al Jazeera", pero su importancia era tan nimia que no era necesario traducirlo. Aunque no han dejado nada en el aire. Esas noticias tienen un significado. "Es una forma de reflexionar sobre lo que sucede. Una cosa es ver por televisión los desastres de la guerra y otra muy distinta es verla por la televisión y que esté pasando al lado de tu casa".
El rodaje en 3D ha sorprendido y mucho entre los aficionados ya que se identifica esta técnica con ver una película en una pantalla grande y con gafas. Pero también existe otra opción en 3D que permite al espectador contemplar las mejores historias de animación apreciando todos los detalles, en estéreo.
La pregunta es sencilla. ¿Daisy cutter-La cortadora de margaritas se podría haber rodado con personajes y localizaciones reales? "Sí pero habría sido muy complicado de producir", responde García, quien añade que la animación les ha permitido tener "Bagdad como escenario del cortometraje sin salir de Gasteiz". La animación ha proporcionado a la dupla García-Salazar la posibilidad de rodar una explosión "dentro de un bazar", un hecho que sería casi imposible si los personajes y los escenarios fueran reales.
"ámar"
Isabel Herguera
Muy contenta de que Kimuak le distribuya el cortometraje Ámar, Isabel Herguera se toma su segunda inclusión en el catálogo como un "premio" al trabajo que realiza día a día.
Isabel Herguera destaca que su cortometraje "trata sobre el dibujo y sobre la visita a un amigo que hacía mucho tiempo que no veía. Y las dos cosas están ligadas". La directora tenía claro la elección de los dibujos como base para Ámar. "Las razones son sencillas. Por un lado, la animación que está hecha a base de dibujos y, por otro, los dibujos o los cuadernos de dibujos son como una especie de archivo de la memoria", en un símil con la amistad. Y debido a ello, el cortometraje no se podía desarrollar de otra manera. "No había otra mejor que hacerlo a partir del dibujo en movimiento, que es la animación".
Isabel, como Enrique y Rubén, traspasó fronteras para situar sus dibujos. Se marchó hasta la India. "Fue en una ciudad india donde recuperé la actividad del dibujo. Hacía mucho tiempo que no dibujaba y fue allí donde me apeteció dibujar otra vez. Dibujé muchísimo y es un pequeño homenaje a lo que es el dibujo, a lo que es salir a la calle y dibujar en la calle", matiza.
Según Kimuak, Ámar es "una remembranza poética sobre la memoria, el paso del tiempo y la degradación que éste produce en las personas y sus relaciones". Isabel es más clara y apunta que "somos en tanto en cuanto nos relacionamos con otros, de alguna forma o manera. Es una reflexión sobre nuestra propia existencia".
Que Ámar se haya estrenado en Zinemaldia supone un "honor" para Isabel que lo ve como un "motivo de inspiración". Para ella, tener la posibilidad de un "festival en tu propia ciudad de la categoría del que hay en Donostia es un gusto y un privilegio". "Muchas veces, no nos damos cuenta", sentencia.
"ondar ahoak"
Angel Aldarondo
El ondarrutarra Angel Aldarondo se incorpora por primera vez en solitario al catálogo Kimuak. En anteriores ocasiones, su nombre también había figurado entre los seleccionados pero siempre formando parte de algún cortometraje donde la responsabilidad recaía en Koldo Almandoz. Su carta de presentación es Ondar Ahoak, un cortometraje que narra "de manera sencilla la historia sobre las gentes del mar, sobre ausencias y presencias".
Aldarondo define a su cortometraje como un "poema visual que trata de reflejar la vida de los arrantzales. Está basada en la fotografías que encontré de mi aitona, que era patrón en Ondarroa". Y su intención fue "retratar la vida de la familia y de sus hermanos".
No tuvo dudas a la hora de elegir si el cortometraje se realizaría en animación o con personajes reales. "La cuestión es que me encontré con las fotografías y la técnica que mejor se adecuaba a lo que quería hacer era la animación", explica Aldarondo que añade que su trabajó consistió en "animar las fotografías".
Las "ausencias y presencias" de los hombres del mar las consiguió retratar Aldarondo "a través de la historia. Las fotografías se utilizan como un viaje en el tiempo. Para mí es más efectivo animarlas que rodar las fotografías".
La elección de Ondarroa como localización de su cortometraje no fue casual ya que Aldarondo quiso rendir una especie de homenaje a sus orígenes. "Me crié en Ondarroa, mi aitona era de Ondarroa y mis padres también", subraya el director. Aldarondo casi jugó con el margen temporal para poder presentar a Kimuak su trabajo. "Justo lo hemos terminado este verano, al límite para poder entregarlo en Kimuak".
Por el momento, no se plantea mover su corto fuera de la ruta de festivales en los que se presentará a través de la red que ofrece Kimuak. " No creo que se quede ningún festival interesante fuera", concluye.