"Las historias van tres pueblos más allá del absurdo. Antes reconocíamos a personajes reales en los tipos de la serie, ahora ni siquiera son verosímiles. Pero tampoco importa en exceso. La gracia está en descubrir si los guionistas serán capaces de superarse a sí mismos en el siguiente sketch. Y... lo consiguen. Por ingenio, aún sorprenden. Un dibujo gore para adultos".