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Sancho el Sabio recorre la historia del fanzine vasco

la muestra acoge doscientas piezas hasta fin de año De lo social a lo cultural, el recorrido llega desde los años 70 hasta la actualidad

Sancho el Sabio recorre la historia del fanzine vascoFoto: marcos ruiz

Gasteiz. Que la Fundación Sancho el Sabio está llena de historia es un hecho. Pocos, sin embargo, pueden intuir que esa historia contenga tantas perspectivas. Más de quinientos títulos componen el fondo de cómics y fanzines vascos en su recién estrenada sede de Betoño. Doscientos de ellos dibujan, hasta el 31 de diciembre, una exposición.

Tu trabajo, si has sido fanzinero, también tiene espacio en esta muestra. Una balda abierta se ofrece para depositar o intercambiar estos trabajos editoriales underground y completar así los fondos bibliográficos del archivo. "Son publicaciones difíciles de conseguir por su modo de producción, generalmente de jóvenes y para jóvenes y a las que es difícil seguirles la pista", explica Charo Martínez Díaz de Zugazúa, jefe de Publicaciones Seriadas del centro.

Nuevo o pretérito, recién editado o publicado en los 70, el fanzine da la cara en el hall de Fundación Sancho el Sabio. Ofrece su perfil social -político, ecológico, feminista, antimilitarista...- o cultural, su pasión por lo que está al margen, por lo que nadie editó o se atrevió a editar...

Camino largo... paso corto. La media de vida de muchas de estas publicaciones apenas supera el año. Llegan la falta de entusiasmo, de implicación -"el que se raja"-, los problemas de financiación, la siempre agotadora distribución... Pero -del TMEO a Zócalo- muchos de los que descansan en la muestra siguen en activo. El resto han sido siempre difíciles de atrapar, a pesar de las donaciones que recibe el centro. Fue el anterior director de la fundación quien comenzó a patearse librerías y bares en busca de todo tipo de fotocopias seriadas.

Esté o no catalogado, el fanzine ha sido desde hace décadas un modo de comunicación repleto de fuerza. No le faltan nombres que, hoy en día, siguen al pie del cañón de la expresión. Ordorika, Atxaga y Sarrionaindia, por ejemplo, firman textos en un ejemplar de Pott. Muy cerca, la portada de Euskadi Sioux avisa de un artículo titulado 8 horas con Mario Onaindia, Anti Ultra se autoproclama en "panfleto más juligan", Zuku Festa se adentra en el porno y la Semana del Terror de Donostia disecciona a las infantes más inquietantes del cine en Dejad que las niñas se acerquen a mí.