Síguenos en redes sociales:

Ada Byron

En la Inglaterra victoriana Ada Lovelace rompió las convenciones sociales de la época y se convirtió en la primera mujer informática. Hay que animar a las mujeres más jóvenes a introducirse en este mundo y poder llegar a crear nuevos referentes femeninos

Ada Byron

LA primera vez que oí hablar de Augusta Ada Byron, conocida como es habitual en el mundo anglosajón por el apellido de su esposo como Ada Lovelace, fue mientras estudiaba en la universidad la máquina de Babbage, mediante una pequeña referencia en un texto. Más tarde aprendí que la que fuera hija de Lord Byron, es considerada la primera mujer informática de la historia.

Es célebre por sus trabajos acerca de la primera calculadora mecánica, denominada la máquina analítica. A pesar de cierta polémica sobre sus contribuciones, se considera que escribió el primer algoritmo que se utilizaría para ser procesado por una máquina, por tanto es la primera programadora de ordenadores. Se me olvidaba decir que nació en Londres en 1815, por lo que tenemos que imaginar lo duro que pudo ser para una mujer hacerse un hueco en el mundo de la ciencia, en plena época victoriana.

Cada año se celebra el día de Ada Lovelace para apoyar a las mujeres que trabajan en los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las artes y las matemáticas (STEAM), pero sobre todo animar a las mujeres más jóvenes a introducirse en este mundo y poder llegar a crear nuevos referentes femeninos.

Las universidades con carreras tecnológicas no viven sus mejores momentos en cuanto al número de alumnos que se enfrentan a cursar estos estudios. Además de la falta de natalidad, hay una falta de vocaciones tecnológicas que se hace mucho mas acuciante cuando hablamos de chicas. Hay mil factores sociológicos que nos pueden explicar por qué se produce ésto, pero yo lo que quiero es encontrar soluciones y volver a ver que desde la educación primaria se vuelve a pensar en ser matemática, ingeniera o científica.

En el mundo del deporte estamos empezando a encontrar un montón de referencias para que nuestras niñas quieran ser futbolistas, ciclistas o practicar halterofilia. Pero en el mundo de la tecnología todavía no tenemos esos referentes y de alguna forma los tenemos que tratar de buscar. Hedwig Eva Maria Kiesler (más conocida como Hedy Lamarr en Hollywood), fue co-inventora del WiFi. Jude Milhon, inventora del término Ciberpunk. Susan Wojcicki, la primera trabajadora e impulsora de Google. Radia Joy Perlman, la madre de Internet.

Seguro que no os sonaba ninguno de esos nombres. Pero si digo Steve Jobs, Bill Gates, Elon Musk, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg, seguro que los sabes asociar con la compañía que fundaron sin ningún problema.

Los deberes empiezan en nuestras casas. Animar a dar la importancia que tienen las matemáticas y no justificar que son complicadas, aburridas o difíciles. Los regalos tecnológicos, como los kits de robótica, los cursos de electrónica o los ordenadores para aprender a programar, tienen que estar incluidos en la lista y olvidarnos un poco de los juguetes de moda que acaban en la trastero al de unos meses.

No estoy diciendo que no tengan que jugar o practicar deporte, ni que se tienen que olvidar del lenguaje, la historia o el arte. Hay un sencillísimo lenguaje de programación denominado Scratch que esta diseñado desde el MIT, que permite el desarrollo de habilidades mentales mediante su aprendizaje, sin tener conocimientos profundos sobre el código. Lo bueno es que con Él se puede aprender idiomas, lenguaje, historia, videojuegos, programación, arte o todo lo que se nos ocurra, pero desde la vertiente tecnológica. Quién sabe si el próximo FaceBook se está empezando a crear desde aquí y por una chica.

@juandelaherran