la necrofilia discográfica es recurrente. Ya sucedió con Jimi Hendrix y ahora se repite con Tom Petty, Prince y el excantante de The Clash, Joe Strummer. Sus familias escudriñan sus cajones y desempolvan sus archivos, para rescatar canciones inéditas, rarezas de estudio, versiones y conciertos en directo.
Strummer habría cumplido 66 años en verano si no hubiera fallecido en 2002 a causa de un fallo cardiaco. ¿Algún despistado? El británico fue guitarrista, compositor, cantante y co-líder, junto a Mick Jones, de The Clash, el mejor grupo punk, y el más ecléctico y rupturista. Joe Strummer 001 (Ignition Records. Pias) festeja esta efeméride con 32 canciones, 12 de ellas inéditas, que compila su obra fuera del abrazo multiestilístico de The Clash.
Primera recopilación que viaja por toda su carrera y auspiciada por su viuda, que ha catalogado 20.000 archivos (no solo canciones) curiosos, puede adquirirse en varios formatos, el más lujoso de ellos con un libro con fotos inéditas, reseñas, datos técnicos... En el resto de CDs, vinilos o descarga digital, se ofrecen sus temas más conocidos fuera de The Clash mejorados en sonido, así como canciones desconocidas.
El muestreo, que camina por vericuetos ligados al rock, folk, punk, reggae, étnica o country, se inicia con su grupo previo, 101ers, con dos temas fresquísimos y rockeros, y suma canciones con los grupos The Astro-Physicans, Electric Dog House y The Mescaleros. Prosigue con sus bandas sonoras, de la rockista Love kills, de la película Sid and Nancy, y muestras de su trabajo para el cine en Walker (la preciosa y folk Tennessee rain) o Permanent Record, con un Trash city de sonido Clash.
Incluye también caras b como 15th Brigade, con su spanglish y su recuerdo a la República española; el reggae Ride your donkey; incursiones en el sonido global con Sandpaper blues; jazz en la intro de la experimental Generations; su época con The Mescaleros, con el reggae sintético de Yalla Yalla o los conocidos X-ray style y Coma girl; y versiones, como la escalofriante Redemption song, de Marley, con Johnny Cash.
Y luego están los inéditos, piezas reconstruidas (muchas se grabaron en cintas y aparecían enlazadas) que van del sonido maquetero de Letsagetabitarockin’, con Strummer en solitario, a un bosquejo del futuro This is England titulado Czechoslovak song, pasando por Pouring rain, con participación de Paul Simonon, y el blues Crying on 23rd y la country 2 bullets, ambas grabadas con Mick Jones.
Prince, al piano De Prince ya empezamos a tener noticias dos años después de su muerte con una antología reciente que agrupaba su obra de 1995 a 2010, editada por Sony, y ahora con Piano & a microphone 1983 (Warner), álbum que festeja el que habría sido su 60º cumpleaños con una sesión con grabaciones inéditas.
Ofrece nueve temas grabados en su estudio casero de un viejo rancho, que han aparecido en una cassette. Ningún sentimiento comercial recorre la grabación. Es un concierto íntimo para sí mismo (y ahora para sus fans) en el que comparte versiones, retazos de futuros éxitos y caras b, con ruido ambiente e, incluso, alguna frase (”baja el tono de la voz”) con su ingeniero de sonido, Don Batts.
Es un disco espartano, a piano, voz y pies para la percusión, y de corazón y ejecución jazz. Se abre con 17 days, la cara b de When doves cry, una historia de celos con un gran solo jazz, que da paso a esbozos de versiones propias (un lírico y bello minuto y medio de Purple rain) y ajenas, como Case of you, de Joni Mithchell; pasajes r&b y soul como su visión del clásico gospel Mary don’t you weep; la revisión de International lover, con un gran falsete; o inéditos como Cold coffee & cocaine (con letra sexual explícita) y la monocorde Why the butterflies.