lA firma Ungaro presentó su línea masculina en los salones que posee en la lujosa Avenue Montaigne, donde su creador, Philippe Paubert, propuso una reinterpretación de los códigos de la casa alejándose de lo efímero que prima en la moda. Una historia curiosa la de Paubert, aprendiz de Emanuel Ungaro, que a su vez lo fue del diseñador Cristóbal Balenciaga, y creador de la línea masculina de la firma en los 90, a quien la marca reclamó de nuevo en 2014.
Ungaro ha decidido dejar la pasarela para mostrar sus nuevos diseños en un ambiente más íntimo que permita al cliente y a la prensa descubrir una parte muy importante del producto: el tejido y el savoir faire de sastrería que ofrece la marca.
“Trabajé 10 años con el señor Ungaro que me pasó sus códigos. Están al mismo tiempo en los textiles, los puntos, la pata de gallo en blanco y negro o la mezcla atípica de tejidos pero también en la tradición de sastrería”, explicó Paubert. La colección se inspira en tres artistas. imaginados por Paubert, que conviven en un taller en el que trabajan pero también se reúnen con amigos y organizan fiestas.
Las prendas son informales pero elegantes al mismo tiempo en una amplia gama de chaquetas de lana en tonos azules, grises y burdeos, así como camisas con originales y cuidados detalles como puntos, margaritas o pequeñas hojas cuidadosamente bordadas.
Paubert sigue trabajando junto a las fábricas de confección de tejidos en Italia para seguir de cerca el proceso, pero también para buscar los últimos avances del sector, otra de las ventajas que ofrece la moda masculina, siempre más calmada en tiempos que la de mujer por el propio carácter del consumidor. “El hombre siempre es más profundo pues es un mercado que reacciona con mayor lentitud porque el hombre es más difícil de convencer para evolucionar, así que la fabricación es más técnica, sobre todo en chaquetas”, añadió.
christian dada En la moda masculina la reinvención de la americana o del traje es, más que un deseo, una necesidad, aunque otros diseñadores, como el joven Christian Dada encuentran otras maneras de renovar el armario de hombre. Un estilo ligeramente gótico para propuestas que alternaron la inspiración de la sastrería de los años 30, en trajes de raya diplomática a rayas, y detalles más rock como las chaquetas de piel, anoraks metalizados o exageradas plataformas, como lucieron algunas de las modelos en las pinceladas que Dada quiso mostrar de moda femenina, que resultaron bastante unisex.