nueva york - Shakira ha afrontado el primer fallo de un juez de Nueva York que entiende que Loca es un plagio de Loca con su tíguere, compuesta en 1998 por Ramón Arias Vásquez. Pero el suyo no es, ni mucho menos, el único caso de copia, muchas veces justificada como un “homenaje” a la música original. La historia sobre la canción que a la colombiana ya le costó una multa por grabar el vídeoclip montada en una moto sin llevar el preceptivo casco y por meterse en una fuente de Barcelona es, cuando menos, confusa y se remonta a 2012, cuando la discográfica Mayimba Music, que se dice propietaria de los derechos del tema de Arias Vásquez, requirió legalmente a Sony por plagio. El juez neoyorquino Alvin Hellerstein ha determinado que tanto el Loca que ha popularizado Shakira como la canción en la que se inspiró, Loca con su tíguere (chico de barrio), del dominicano Edward Bello Pou, El Cata, con el que, para más inri, canta a dúo en la versión en español, son un plagio. Sospechas parecidas han recaído sobre numerosos artistas. Luis Miguel fue encontrado culpable, junto al compositor español Juan Carlos Calderón y la discográfica Warner Music México, por emplear el tema Siento nuestro aliento, de Lifshitz, para crear el éxito Amarte es un placer. Julio Iglesias estuvo a punto de perder en 1996 una de sus múltiples propiedades, Momentos, por culpa de una de sus baladas, Morriñas, al negarse, en un principio, a pagar una indemnización de 352.542 dólares al compositor Norberto Moreno, que se reclamó autor de la canción. En 2001, Michael Jackson fue absuelto de la acusación de plagiar a Al Bano tras ocho años de litigios, pero seis años más tarde un tribunal de Bruselas dictaminó que You are not alone, firmada por Jackson y R. Kelly en 1996, era una copia de If we can start all over, de los belgas Danny y Eddy Van Passe.

La legislación establece un mínimo de entre tres y ocho compases repetidos para considerar una canción plagio en función del país, una cifra que se le quedó corta al O Careta de Roberto Carlos, que según la sentencia de plagio que recayó sobre él y Erasmo Carlos, copió hasta doce de Locuras de amor, de Sebastiao Braga.