Bilbao - Del Premio al Mejor Diseñador joven en Cibeles al primer Premio Nacional de Moda Nuevo Valor 2013, la carrera de Roberto Etxeberria ha sido catapultada a la primera línea del diseño masculino estatal en apenas seis años. Deseoso de seguir avanzando, se atreverá también con su primera colección para mujer, que presentará el próximo 13 de septiembre en Madrid. A pesar de todos los reconocimientos, el modisto afiliado a las pieles exóticas y patronajes insólitos reconoce que los puntos de venta que distribuyen sus prendas son todos extranjeros, sobre todo estadounidenses.
La crítica coincide en destacarlo como una de las promesas de la moda estatal, ¿impone tanto elogio?
-No, que va; es un gustazo, una satisfacción. Te pone las pilas para tirar adelante y creer en lo que haces.
¿Cómo definiría sus diseños?
-Aportan algo diferencial. Es complejo definirlos, porque mis prendas son muy particulares. Trabajo con materiales de máxima calidad y cuando alguien apuesta por adquirir algo mío es porque busca cosas diferentes.
¿El hecho de trabajar con materiales tan exclusivos no hace que sus diseños sean elitistas?
-Tengo un nicho de mercado concreto, sí; pero hay gente que nunca compraría mis prendas porque independientemente de su poder adquisitivo, buscan otras cosas. Quizás sea más difícil ofrecer un producto a la gran mayoría que a una franja señalada.
A la hora de diseñar, ¿piensa en lo que le gustaría ponerse a usted?
-Sí, siempre. Uno es imagen de lo que crea. Aunque hay veces en las que hay que mirar más allá, entender cuál es tu mercado para ofrecer un producto que interese al cliente.
A menudo se utiliza la palabra ‘transgresor’ para definirlo, ¿está de acuerdo con dicha descripción?
-Intento no pasar desapercibido, es decir, lo ideal es que alguien vea una prenda y sin mirar la etiqueta la pueda identificarla como mía.
Dice inspirarse en la sastrería clásica de la Inglaterra del siglo XIX. ¿Cuenta también con fuentes de sugestión más autóctonas como la realidad industrial del País Vasco?
-Totalmente, está presente en mi trabajo. Soy eibarrés, hay pocos sitios en el mundo donde se haya generado un motor industrial, y en materia de diseño y creación, de tal magnitud.
¿Sus colecciones son la suma del conocimiento logrado de las anteriores?
-Estoy trabajando en lo que preparo para Nueva York y Madrid, pero de una forma natural estoy pensando en la siguiente colección. Es como la cadena engranada de una bicicleta, así evolucionan las colecciones.
Utiliza pieles de zorro, de serpiente? de todo tipo de animales exóticos. ¿Se ha topado con muchos detractores por ello?
-Entiendo que pueda provocar comentarios, pero no soy un maltratador de animales. Yo me sujeto a las leyes. El procedimiento para adquirir una piel es complejo porque existe un mercado ilegal. Cuando compro una pitón tiene unos papeles y está dentro de la Convención de Washington sobre animales. Si algún día dejase de ser legal la utilización de pieles en la moda dejaría de usarlas, mientras tanto no creo que esté haciendo nada malo.
La investigación con los patrones es otra de sus señas de identidad.
-Sí, por ejemplo, un patrón clásico de una americana lo voy deconstruyendo, quitándole y poniéndole cosas que no pertenecen a ese patrón, sino que son fusiones con otra tipología de prenda. Puedo mezclar volúmenes de origen oriental con la sastrería inglesa. Funciono a base de prueba y error.
Alguna vez ha comentado que sus prendas tienen más cabida fuera, ¿es una afirmación basada en una sensación o es una realidad?
-Es una realidad; en España no vendo. Hay gente que sí se interesa por lo que hago, pero no tengo puntos de venta en España, los tengo fuera: Nueva York, París, Italia, Rusia... Sobre todo en Estados Unidos.
¿Quizás porque arriesgan más a la hora de vestir?
-No necesariamente, es un dato. Ojalá algún día una tienda de aquí se interese en vender mi ropa. Pero no lo interpreto como si no me quisieran en mi tierra. El primer concurso que gané fue el creaMODA de Bilbao.
Si ya es conocido en el mercado estadounidense, ¿qué supondrá su participación en la pasarela oficial de Nueva York?
-Espero sacar petróleo de ahí (risas). Estoy muy ilusionado. La organización dice que no es habitual que una compañía tan joven sea aceptada en la primera petición. Ahí están los más grandes: Calvin Klein, Alexander Wang... Esta oportunidad es positiva.
¿Qué puede adelantar de su próxima la colección ‘Pura piel’?
-Encontrarán cuero de todo tipo de animales: pitón, anguila, iguana, avestruz, gacela... No hay tejido, es todo peletería. Seguiré en la misma línea.
En septiembre mostrará su primera colección femenina en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
-He concebido una parte en la que confecciono prendas femeninas como vestidos. Trabajo la silueta de la mujer desde su cuerpo. Es la primera vez que presento una línea femenina, con la idea de continuar.
El actor Óscar Jaenada es uno de sus adeptos, ¿tiene otros embajadores?
-En Estados Unidos tengo a Shaun Ross, el primer modelo negro albino del mundo. Él me ayuda a hacer el casting para el desfile; contaré con su presencia y con todo lo que genera.