EL Parque Natural de Cabárceno, bien conocido por los vizcainos debido a su proximidad, acaba de incorporar nuevas especies a su plantilla de más de mil animales. Al nuevo asno somalí y una cría de hipopótamo, hay que sumarle el servicio Visita salvaje, que incluye un recorrido “exclusivo, cercano a los animales y con guía”, para ver “más cerca a los animales todavía”.

“No hay datos concretos, pero existe un porcentaje elevado de vascos y, sobre todo, vizcainos, entre nuestros visitantes”, explican desde este particular parque, que “no es un zoológico convencional ni un parque natural al uso”, apostillan, a pesar de que ofrece alrededor de un millar de animales -de unas cien especies diferentes, originarias de los cinco continentes y en régimen de semilibertad- en un entorno “naturalizado por la mano del hombre”, a partir de la belleza de su paisaje kárstico, ya que se ubica sobre 750 hectáreas de una antigua explotación minera a cielo abierto

El parque, cuyas instalaciones se encuentran entre “las mejores valoradas por los organismos que vigilan las condiciones de vida de los animales”, permite al visitante observar a las especies “en un entorno lo más natural posible”, ya que sus actividades, a excepción de la alimentación, que se les facilita, están marcadas por su casi total libertad y su propio instinto.

Cabárceno, que permite al visitante alternar la visita en vehículo particular o a pie, destaca por su preocupación científica, como prueba el novedoso programa de reproducción de sus últimas incorporaciones: 5 guepardos y 2 tigres blancos. Lugar ideal para pasar el día en familia al contar con zonas de recreo, merenderos, miradores, restaurantes y parque infantil, el parque ofrece jaguares, leones, rinocerontes, lobos, osos o avestruces, pero las estrellas son los gorilas, “especialmente las dos crías que han nacido recientemente y que pueden verse junto a su madre”; las jirafas y los elefantes.

La última incorporación del parque es la Visita Salvaje, que permite recorrerlo en un todo-terreno y con guía. “Es una visita especial y exclusiva, ya que quien lo contrata (pareja o cuatro personas) entra en el recinto de los animales y puede ver, con apoyo de cuidadores y veterinarios, cómo dan de comer y tratan a las jirafas o los osos”, nos explican. Esta visita es más cara e incluye comida. La Visita Explorador es similar pero de media jornada y sin comida. La tarifa normal del parque es de 25 euros para adultos y 15 para niños. Las visitas vespertinas bajan a 15 y 9, y las de grupo de jornada completa a 20 y 12, respectivamente.