Las redes sociales, el ‘affaire’ más peligroso
Los famosos se la juegan diariamente en sus perfiles de internet, donde los asesores aseguran que no todo vale
pOLÍTICOS, cantantes, modelos, futbolistas o periodistas. A día de hoy raro es el personaje público que no se siente tentado por el influjo de las redes sociales. El poder que otorgan a la hora de gestionar la información personal que uno mismo quiere -y elige cómo y cuándo- divulgar es lo suficientemente atractivo para que cada vez sean más numerosas las caras conocidas que estrenan perfiles en la red en busca de la aceptación de sus seguidores como método de autopromoción. Pero no es oro todo lo que reluce. Sumergirse en la red conlleva ciertos peligros manifiestos, como es la exposición total a amenazas y a críticas. O lo que puede llegar a ser peor: el riesgo a quedar en evidencia con meteduras de pata que se convierten en mofas virales. ¿Quién no recuerda a David Bisbal hablando de las revueltas en Egipto, a Paulina Rubio anunciando su embarazo o a Carmen Lomana dando el pésame por la muerte de Botín?
“Al tratarse las redes sociales de herramientas de comunicación de masas, pueden afectar a la reputación del personaje por un comentario inadecuado o una opinión desafortunada que sea ofensiva para otros. La correcta gestión de las redes les permite mantener una buena imagen y mejorar su notoriedad”, señala María del Río, responsable de A3Worldwide, consultora que recientemente ha realizado un estudio sobre la gestión de la imagen on line de los famosos. Como ejemplo de personaje público que ha administrado sus perfiles por cuenta propia y de forma exitosa cita a Eduardo Madina, excandidato a secretario general del PSOE; si bien es cierto que durante la campaña de elecciones primarias ha contado con ayuda externa para ello.
“Cada vez más la mayoría de los famosos cuentan con asesores que, aunque no publiquen directamente, marcan las pautas de la estrategia a seguir en los perfiles del personaje en cuestión”, revela Del Río. Sin embargo, el hecho de contar con un grupo de asesores que gestione las redes sociales “no significa que se deba perder cercanía o naturalidad a la hora de publicar”. Que los seguidores se den cuenta de que quien está detrás del perfil de su admirado tenista o presentador de televisión es en realidad un administrador o un community manager puede ser muy perjudicial.
Lo que ningún asesor puede remediar es la exposición total de los famosos una vez se muestran a la opinión pública. En algunos casos, los agravios pueden llegar a ser severos. “No todo debería estar permitido. Ante insultos, amenazas o comentarios ofensivos, lo recomendable es que el personaje en cuestión denuncie el caso. No es acertado que se encare de forma pública con ningún seguidor”, señala la responsable de A3Worldwide. Uno de los ejemplos más recientes es el del futbolista Iker Casillas, quien actuando por cuenta propia insultó repetidamente en su perfil de Instagram a un seguidor que le instaba a “tirar” a su hijo Martín al agua.
¿Cómo afecta a los personajes públicos la impunidad penal en las redes sociales? “Actualmente la ley no cuenta con una regulación específica para ello y son muchos los casos de famosos que no han conseguido que las demandas salgan adelante”, evidencia María del Río citando a la periodista Ana Pastor, quien tras recibir innumerables insultos y amenazas a través de internet, denunció el acoso. Según contó ella misma, “meses después te llega a casa una carta certificada donde te comunican que la justicia ha decidido que puta no es un insulto y que pedir que te corten el cuello no es una amenaza”.
vida privada y actualidad Por regla general es el propio famoso quien elige qué es lo que quiere propagar sobre su vida privada. Los perfiles on line de las celebrities también pueden ser escenario de disputas conyugales, máxime cuando las relaciones terminan. Ese es el caso de Aitor Ocio y Laura Sánchez. Hace unas semanas la modelo afeaba públicamente (vía Instagram) a su expareja que publicase fotografías en la citada red con la hija menor de edad que ambos comparten. Este tipo de polémicas, además, son un filón para los programas y las revistas de corazón, que se nutren de la información que se genera en la red de forma gratuita.
Sin embargo, el objetivo principal de los personajes públicos respecto a su presencia en internet no tiene nada que ver con tratar de protagonizar portadas de papel cuché. “En general, en las redes sociales los famosos buscan incrementar ciertos valores como la solidaridad, la cercanía o incluso su empatía respecto a noticias de actualidad como fallecimientos o accidentes. Sin embargo, no siempre aciertan y en ocasiones esto les induce al error”, explica Del Río. Alejandro Sanz es un ejemplo de cómo no estar al día de la actualidad informativa puede pasar factura. “Una seguidora del cantante le pidió que divulgara su mensaje de apoyo a la familia de Marta del Castillo, cuyo caso estaba siendo juzgado esos días, a lo que el artista respondió ‘qué manía tenemos de juzgar antes de que lo hagan los jueces... Marta es inocente hasta que un juez diga lo contrario”.
A la hora de errar, el desconocimiento sobre la actualidad es lo que provoca más desaciertos. En cuanto a las redes sociales más peligrosas, Twitter e Instagram comparten el pódium; la primera debido a su inmediatez y a que se trata de una plataforma totalmente abierta, y la segunda debido a que es una red visual donde la vida de estos personajes queda más expuesta. No obstante, los blogs también pueden ser carne de cañón en el caso de ciertos famosos a los que no se les pasa por alto ni el más mínimo descuido. Y ahí es donde sobresale Sara Carbonero, quien ha incendiado Twitter en numerosas ocasiones por banalizar ciertos temas; como cuando comenzó un post hablando de la muerte de Nelson Mandela y terminó describiendo la decoración de la habitación de su hijo.