José Fernando fue el único que, tras ser detenido, reconoció los hechos y relató lo sucedido y es el único que depositó en el juzgado 10.000 euros para hacer frente a sus posibles responsabilidades hacia la víctima. En el caso de José Fernando, la Fiscalía se negó a rebajar su petición de cinco años de cárcel por entender que su drogadicción no está demostrada, pues no ha sido incluido en ningún programa en los tres meses que lleva en prisión, y la atenuante de reparación del daño no debe ser catalogada como "muy cualificada", según las citadas fuentes.

En el caso de los cinco restantes acusados, dos de ellos tienen antecedentes penales, tampoco han demostrado sus drogadicciones y no se les puede aplicar la atenuante de reparación del daño ya que no han depositado cantidad alguna.

Al no haber conformidad, el fiscal y los abogados defensores iniciaron el debate de las cuestiones previas, entre las cuales la juez de lo penal admitió como prueba una pericial psiquiátrica de José Fernando relativa a su consumo de drogas.

La primera jornada del juicio registró algunos incidentes, cuando familiares de los imputados, sentados detrás de ellos en la sala de vistas, increparon a los cámaras de televisión que les grababan y les dijeron "ya está bien" y "no somos matones".