Kiko, padre; Isabel, abuela

SEVILLA. Eran algo más de las doce de la noche del martes al miércoles cuando por fin Jessica Bueno dio a luz a su primer hijo, que se llamará Francisco, en el hospital Sagrado Corazón de Sevilla. La joven, de 22 años, había ingresado por la mañana para acudir a una revisión rutinaria y tras un largo parto de más de seis horas llegó al mundo el primer nieto de Isabel Pantoja, que pesó tres kilos y medio. Kiko Rivera acompañó a su chica en el paritorio durante las largas horas de espera y estuvo presente en el nacimiento del bebé. El largo parto permitió que su orgullosa abuela llegara a tiempo desde la Ciudad de la Justicia de Málaga donde se celebró el juicio por blanqueo de dinero al que se enfrenta. Fue en la misma sala donde Isabel recibió la noticia del ingreso de Jessica y del inminente parto, lo que hizo que se pusiera a llorar delante del juez. Después se supo que las lágrimas no tenían nada que ver con lo que se estaba hablando allí, sino con un mensaje que le llegaba al móvil y le informaba sobre la inminente paternidad de su hijo Kiko. La tonadillera llegó al hospital sevillano a las cinco de la tarde, a donde también fueron llegando el resto de familiares de la pareja a lo largo de la tarde. Tras una larga espera el feliz papá celebró el nacimiento de su primer hijo brindando con champán con el padre y hermanos de Jessica en una de las terrazas del centro sanitario.

Isabel Pantoja ha vivido con mucha ilusión la llegada de su nieto, que ha recibido el mismo nombre que su fallecido marido, Francico Rivera Paquirri, y su hijo, más conocido como Kiko Rivera. "Mi tía estaba muy nerviosa y emocionada, es algo que no se puede explicar con palabras. Lloramos todos" explicó ayer su sobrina a Ana Rosa Quintana, en Telecinco.