Los Juegos de las redes sociales
Cuando Bolt corra los 100 metros, los expertos auguran un récord mundial de tuits por segundo
Londres
MARÍA Sharapova no tuitea. "Mi vida es aburrida", asegura la tenista. Otros deportistas, en cambio, se consideran más interesantes y aprovechan los 140 caracteres de Twitter para mantener al mundo informado de sus actividades. Los Juegos Olímpicos de Londres son los primeros Social Media Games. Y es que desde Pekín 2008, Facebook ha pasado de 100 a más de 900 millones de usuarios y Twitter, de 6 a 600 millones. Cuando Usain Bolt corra los 100 metros, los expertos auguran un récord mundial de tuits por segundo.
Los fans nunca han podido seguir tan de cerca a sus ídolos. Así, los seguidores del jugador argentino de baloncesto Emanuel Ginóbili pudieron ver el domingo en Twitter una foto en la que se lo veía tomando mate con Andrés Nocioni después de imponerse a Lituania. "Con @SoyElChapu muy cansados mateando y mirando tele después del juego. Qué tarde que es!!", decía en su cuenta @manuginobili. Y los seguidores de Pau Gasol estuvieron al tanto de la llegada de su traje a Londres para la ceremonia inaugural. "Vamos que lo acabamos", tuiteó el subcampeón olímpico poco antes de la fiesta de apertura sobre la foto de los arreglos de última hora que hubo que hacer para que los 2,13 metros de altura del jugador de los Lakers cupieran en el traje. El tenista Rafael Nadal, que era el primer elegido para portar la bandera española en el desfile, le dijo a Gasol vía Twitter: "Disfruta de tu día! Un orgullo que nos representes a todos". A lo que el jugador de baloncesto respondió: "Te tendré presente en todo momento, amigo mío! Un fuerte abrazo!".
Pero el Comité Olímpico Internacional (COI) no ve con buenos ojos la comunicación por las redes sociales y reaccionó con una detallada reglamentación para sus atletas. Así y todo no pudo evitar que se produjera alguno que otro escándalo en Twitter. La abanderada alemana Natascha Keller fue víctima de un periodista que logró escribir frases antigriegas en la cuenta de la jugadora de hockey. El jefe de la misión alemana, Michael Vesper, se quejó del "acto deplorable" y Keller borró sus cuentas de Facebook y Twitter. Lo mismo hizo la saltadora griega Voula Papachristou, aunque antes de eso ella misma borró una broma racista que había publicado en Twitter. "Con tantos africanos en Grecia, los mosquitos del Nilo occidental al menos tienen comida de casa", había escrito. Fue expulsada de los Juegos.
Los atletas tienen que tener mucho cuidado esta vez con lo que difunden en las redes sociales. Según las reglas del COI, deben utilizar "el formato de diario íntimo en primera persona", es decir, no pueden comentar las competiciones o hablar de otros participantes "como un periodista". Si apoyaran a otros deportistas, el COI teme que se corra el riesgo de manipular apuestas. Tampoco pueden mencionar patrocinadores personales que no sean los oficiales de los Juegos. Y pueden subir fotos, pero no vídeos de la competición, para proteger los derechos de autor.
Claro que todo esto es muy difícil de controlar. El presidente del comité organizador, Sebastian Coe, bromeó hace poco: "Detecté una estrecha relación entre la cantidad de tuits que envía un deportista y su mal rendimiento". También él está bajo estricta vigilancia. Cuando el dos veces campeón mundial de los 400 metros vallas Kerron Clement (EE.UU.) vivió una odisea para llegar a la villa olímpica, envió la noticia en tiempo real a todo el mundo: "No es una buena primera impresión de Londres. Los atletas están cansados, hambrientos y con ganas de orinar". En 1996 en Atlanta también se perdían autobuses, pero nadie se enteraba. Los comités olímpicos prefieren involucrarse que permanecer al margen. El alemán, por ejemplo, promueve a través de Twitter las cuentas de sus atletas. Pero su portavoz Christian Klaue advirtió: "Si se construye una calle ancha hacia los fans, también se construye una autopista de vuelta. Eso puede generar presión. Por eso recomendamos no estar activo en las redes sociales dos días antes de la competición para permanecer concentrados". El gimnasta británico Louis Smith se retiró antes de los Juegos de todas las plataformas sociales. "Quiero dirigir mi mirada sólo a la medalla", explicó. La nadadora Rebecca Adlington fue víctima del cyber mobbing en Twitter, cuando un joven la calificó de "ballena" con "nariz de aleta de tiburón". "Soy insegura con respecto a mi aspecto y esos comentarios de la gente me lastiman", dijo.