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NI Lady Gaga ni Lana del Rey. Zarandajas, la diva pop que sigue reinando a pesar del cambio de milenio se llama Madonna. Y sus credenciales se amplían la semana próxima con la edición de su duodécimo disco de estudio, que titula con el acrónimo de su nombre, MDNA (Universal), y es un disco repleto de música bailable y arrolladora embadurnada de pop y electrónica. Y, como siempre, estrellas actuales como M.I.A. y la rapera Nicki Minaj se postran ante la reina con sus colaboraciones. El disco, el más esperado del año según una encuesta realizada por la revista Bilboard, es ya el más reservado en la historia de iTunes antes de salir a la venta.

"No juegues ese juego estúpido porque yo soy una chica diferente", canta con chulería Madonna en su nuevo CD, que releva a Hard candy (2008), su álbum anterior. La estadounidense de ascendencia italiana, que sigue mostrando un cuerpo glorioso a sus 53 años y ha vendido 300 millones de discos, sigue siendo la reina. Y no solo del pop, sino de la mercadotecnia, como muestra este disco, que empezó a grabar en julio del año pasado y siguiendo ejemplos anteriores, en los que la "diva" ha demostrado que es la número uno a la hora de explotar su imagen femenina en beneficio propio, ha venido acompañado de diversas acciones que lo han convertido en el disco más esperado de 2012.

En primer lugar se filtró su primer single y todos los medios de comunicación se hicieron eco de las posibles consecuencias judiciales del caso. Y luego llegó su magnífica actuación en el intermedio de la Super Bowl, acompañada por la peineta de Minaj a la cámara y posteriores polémicas, convenientemente usadas en beneficio propio, como que algunos vean similitudes entre el acrónimo que titula el CD con el MDMA con el que se define al éxtasis, la sensualidad de su último video - en el que vuelve a intervenir el modelo vasco Jon Kortajarena- o la advertencia realizada por las autoridades rusas de multarla si defiende a los homosexuales durante el concierto que ofrecerá en San Petersburgo en agosto.

Ella, que ya levantó ampollas en la sociedad rusa más retrógrada en la gira en la que salía crucificada en escena, ya ha anunciado a través de Facebook que "hablaré en favor de la comunidad homosexual para mostrarles mi apoyo y dar fuerza e inspiración a cualquiera que esté o se sienta oprimido".

MDNA, su primer disco con Universal, ofrece varias colaboraciones en textos y producción, entre ellas las del dj francés Martin Sloveig -"se involucró en el proceso, escogió sonidos de baterías y sintetizadores, y acabamos por hacer la producción juntos"- , Benny Benassi y del reincidente Orbit.

pecadora El disco destaca por su fuerte componente rítmico y su tendencia electrónica. Así suenan Girl gone wild, un I´m addicted de inspiración house y con múltiples overdubs o Some girls. A veces la electrónica se vuelve minimal, casi glacial, en Bang bang, y en otras abraza el hip hop, caso de I don´ give up a…, siempre sin olvidar el pop más accesible y coreable, como muestran posibles futuros singles como Turn up the radio, Superstar -con guitarra eléctrica y en la que rima oh, la la con you´re my supestar- y I´m a sinner. Menos interés muestran las baladas finales Master piece y Falling free, esta última escrita por su cuñado, Joe Henry. La curiosidad la aportan el banjo de Love spent y su rescate del sampler de Abba que ya utilizó anteriormente.

Madonna se muestra chulesca en algunas letras - "todos los discos suenan igual…", "no soy como las demás chicas…"- y hasta macarra - "conduce, puta", se escucha en Bang bang, que parece haber compuesta por Tarantino-, pero muchos versos dejan pistas, además de su gusto por la iconografía religiosa, sobre lo costoso que le resultó su divorcio del cineasta Guy Rithchie. "Intenté ser una buena chica/traté de ser tu esposa/me limité a mí misma, y me tragué mi luz/traté de ser todo lo que esperabas de mí y fui un fracaso", llega a cantar.

Eso sí, Madonna es Madonna. Y se muestra fuerte, como siempre, buscando diversión y baile, y sugiriendo que todo volverá a su cauce. "Estaré bien, no me importa lo que la gente diga de mí, voy a vivir rápido… me importa una mierda", canta con Minaj. "Soy una pecadora y me gusta así", confiesa en este CD que se vende también en una edición especial con varios temas extras entre los que destacan el disco-funk de Beautiful killer y B-day song, una canción de cumpleaños con M.I.A. y aires del pop de chicas de los 60 y de B-52s.