Padilla reaparecerá el 4 de marzo en la plaza de Olivenza

SEVILLA. El diestro jerezano Juan José Padilla anunció ayer su retorno a los ruedos el 4 de marzo en la plaza de la localidad pacense de Olivenza, tras la gravísima cornada que sufrió el 7 de octubre en Zaragoza. El llamado Ciclón de Jerez encabezará un cartel que se completa con los nombres de José María Manzanares y Morante de la Puebla, que lidiarán un encierro de reses de Núñez del Cuvillo. Padilla también anunció que ya está contratado en las ferias de Arlés (Francia) y Valencia, y que espera estar presente en la Feria de Abril de Sevilla. "Os prometí que trabajaría hasta lo indecible y sigo en ello. El sufrimiento es parte de la gloria y ahora empiezo a recibirla", dijo el torero, que compareció ante los medios con un parche en el ojo izquierdo. Explicó que en la finca de Matilla, de su apoderado, ya se ha puesto delante de un toro para probarse, después de una gravísima cornada que le ha desfigurado el rostro. "He sentido que estoy perfecto para esta responsabilidad que voy a asumir. He estado preparándome en el campo, haciendo mis pruebas y voy a reaparecer porque estoy fuerte y estoy toreando como antes", explicó. "Padilla vuelve en Padilla. Volveré siendo el Ciclón de Jerez. Estoy dispuesto a ser fiel a mí mismo", aseguró el torero. En cualquier caso, pidió que nadie sienta pena por él y que le exijan como a los demás compañeros, "porque será un motivo para seguir superándome".

Padilla rubrica así sus anhelos de volver a torear después de la gravísima cornada que sufrió el 7 de octubre en la plaza de Zaragoza a la salida de un par de banderillas. El torero fue corneado en el suelo por un toro de Ana Romero que le atravesó el cráneo desde la parte inferior del oído hasta el ojo izquierdo, que ha quedado sin visión después de salirse de su órbita. El diestro fue sometido el 22 de noviembre a una intervención quirúrgica en el hospital Virgen del Rocío para tratar de recuperar la movilidad y funcionalidad del lado izquierdo del rostro. Un equipo multidisciplinar injertó un trozo de nervio en su cara. Desde entonces, ha estado sometido a un intenso proceso de rehabilitación y a diversas pruebas para recuperar la audición total del oído izquierdo, que ha requerido la colocación de una pequeña prótesis, y la visión del ojo afectado, que sólo ha recobrado cierta movilidad.