Sensualidad, erotismo y color

BILBAO. DURANTE cuatro días, Valencia se ha convertido en la capital de la moda. Por la improvisada pasarela, instalada en el Ágora de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, han desfilado las creaciones de treinta diseñadores de prestigio, entre los que se encontraban también dos vascos, Ion Fiz y Manuel de Gotor, así como la de una amplia representación de creadores emergentes.

La undécima edición de la Valencia Fashion Week se clausuró ayer dejando bien claro que en la primavera y verano que vienen la sensualidad, el erotismo y el color estarán al orden del día. El diseñador bilbaino Manuel de Gotor fue el protagonista del espacio Culture Place, una pasarela alternativa con moda en directo. Por primera vez en su carrera, De Gotor ha creado una colección, Enlazados con la vida, de ropa interior y lencería para hombre y mujer. Una colección con un hilo conductor: el distintivo lazo rojo, que quiere ser un canto a la esperanza y a la solidaridad con las personas afectadas del VIH. Mediante esta colección, el bilbaino apoya a la Asociación Apoyo positivo, una organización que nació en 1993 para ofrecer de manera gratuita atención psicosocial en su sede y en domicilios a personas y familias afectadas por el VIH. En la pasarela se pudieron ver sus diseños, creados con un tejido tecnológico, símil a la escama y otro, a círculos. Las batas son las prendas emblemáticas de la colección de Gotor.

La Serie by Ion Fiz cerró la pasarela oficial con una colección del diseñador vasco, que ha decidido rendir homenaje a la muñeca Nancy, que le inspiró en sus primeras puntadas y que es el icono para los estampados de su colección, que hace un guiño a los años dorados de esta diva infantil.

Pero sobre la pasarela también se pudieron ver las creaciones de la firma Die Kosmonautirn Laika que sorprendió con Vier, una mezcla del futurismo de principios del siglo pasado en la que el plástico, el punto, la cuerda de escalar y la tela chubasquera predominan en unas prendas de colores magenta, cian y amarillo en contraste con estampados.

El joven diseñador valenciano Álex Vidal se entregó al color y ha dejado a un lado aquellos diseños en los que invitaba a recorrer ciudades extranjeras, en colecciones como Checkpoint Charlie y Un café s'il vous plaît. Pero Valencia Fashion Week no es solo moda. En el recinto ferial se pudieron encontrar más de 50 espacios para fomentar las relaciones profesionales entre los participantes.