Los médicos aconsejan que la heredera de L'Oreal esté bajo tutela
Liliane Bettencourt, de 87 años, sufre una alteración conjunta de las facultades mentales y físicas
París. Los médicos que han examinado el caso de la multimillonaria Liliane Bettencourt, en conflicto con su hija por la gestión de su fortuna, consideran que tendría que estar sometida a una cierta tutela en los actos patrimoniales y de carácter personal por su senilidad, según reveló ayer Le Monde. Los tres facultativos, que elaboraron su informe a instancias de una juez de tutelas de Courbevoie, en las afueras de París, justifican esa medida de protección a la vista de la "alteración conjunta de las facultades mentales y físicas" de la anciana Bettencourt, de 87 años. En concreto, identifican una "enfermedad cerebral" y concluyen que "debe poder beneficiarse de una medida de protección en los actos de la vida civil, tanto en los patrimoniales como en los de carácter personal". El dispositivo que solicitan es un grado inferior a la tutela, pero incluye que la persona que sea responsable reciba los ingresos de la protegida y se encargue de pagar sus gastos de cara a terceros. En caso de que hubiera una decisión judicial en esa línea, significaría que la gestión de la fortuna de la heredera de L'Oréal quedaría estrictamente regulada.
La revelación de Le Monde llega tres días después de que la propia Bettencourt hubiera declarado en Le Figaro que su hija, que ha lanzado un nuevo procedimiento judicial porque cree que su madre está bajo influencia de algunos consejeros que abusan de su debilidad, está "perturbada" y necesita consultar con un psiquiatra.