Springsteen rescata sus joyas "oscuras"
"The Boss" edita una caja con inéditos, un documental de la grabación y dos DVD con conciertos en vivo
Bilbao
LOS fans de Bruce Springsteen están de enhorabuena. Pasado mañana sale a la venta The promise: The Darkness on the edge of town story, más de ocho horas de audio e imágenes en torno a uno de los mejores discos de rock de la historia. Además del CD original, la caja, en forma de libreto y con cientos de fotos inéditas y apuntes autografiados de Bruce, incluye dos conciertos en DVD -uno de la época, 1978, con The E Street Band en su mejor momento, y otro de 2009, interpretando el álbum al completo-, y un documental sobre la creación del disco que expone cómo se compuso, se ensayó y grabó. Y como postre final, 21 canciones inéditas que permanecieron en los cajones y no entraron en el disco. Toda una avalancha de rock fiero, baladas a lo Roy Orbison, algo de folk y mucho pop de los 60 y soul enérgico. Tal como explica acertadamente el manager de Bruce, Jon Landau, "no hay ni una de relleno".
Darkness... Se editó el 2 de junio de 1978. Ese día Bruce vio la luz tras un periodo oscuro de tres años tras el éxito de Born to run. Su relación con su manager, Mike Appel, había saltado por los aires tras descubrir que no tenía control sobre sus canciones. Y los pleitos consiguientes le impidieron editar un disco durante ese tiempo. Su ira se advierte en un Springsteen que ya no creía en las canciones épicas plagadas de romanticismo adolescente y sueños de escapada nocturnas hacia el mar. El coche en el que huía con Wendy había chocado contra las sombras de sus sueños en un callejón apartado y oscuro de la ciudad.
En esa "fiebre" personal se creó Darkness..., un disco dramático y oscuro. Un álbum poblado de perdedores (él mismo) y sobre el fin de la inocencia. Sobre pisar tierra firme y darse de bruces con la realidad, con la rutina del curro, la falta de esperanza, el dolor, la soledad, la crisis económica y de pareja... Un disco en el que Bruce no canta, aúlla. Como sus guitarras. Un álbum que ahora contextualiza su edición de lujo, la caja The Promise: The Darkness on the edge of town story.
Esta publicación contiene más de seis horas de película y más de dos de audio repartidas en 3 CD y DVD, todo en un pack especial con un libreto de 80 páginas con facsímiles de los cuadernos originales de Springsteen de las sesiones de grabación, letras alternativas, ideas sobre las canciones, detalles de la grabación y notas personales, además de un nuevo texto del artista y fotografías inéditas. También se publica The promise, una edición que reúne las canciones inéditas en 2 CD o 3 LP.
"Darkness... fue mi disco samurai", escribe Springsteen. "Eliminé todo lo accesorio para quedarme con lo esencial", apostilla. Por vez primera, sus fans pueden conseguir -de manera oficial- dos discos con 21 canciones nunca publicadas procedentes de sus sesiones. "Quizá debía haberlas lanzado después de Born to run", afirma Springsteen, que explica también que "necesitaba hacer algo distinto y quería producir un disco vinculado a mis raíces, a mi familia, a mi obsesión por el pecado. Con el éxito de Born to run corrí el riesgo alejarme de mi vida".
Los temas inéditos suenan ¡tremendos! Bruce estaba en su periodo creativo más fértil y presenta canciones nunca escuchadas, versiones diferentes de otros oficiales -Racing in the streets, en clave folk, con violín y armónica; las rockeras Rendezvous y Because the night...; la rockabilly Fire, más acelerada que la de Robert Gordon...-, y canciones que se transformaron en otras, como Candy´s boy en Candy´s room o Come on (let´s go tonight) en la social Factory.
calidad Hay de todo, y todo bueno. Como ese Gotta get that feeling de aliento latino, a lo Willy de Ville; un Outside looking in que es puro pop de los 60, al igual que Wrong side of the street; baladones como One way street o el lacrimógeno The brokenhearted, de lo mejor del lote, con vientos mariachi; el alegre y vibrante Save my love; piezas souleras a lo Southside Johnny, como Ain"t good enough for you y el conocido Talk to me; la tremenda The promise, continuidad de Thunder road y fin definitivo del sueño; o el viaje nocturno en taxi que propone City of night.
Aunque los más completistas echen en falta piezas como Preacher"s daughter o Janey needs a shooter, disfrutarán con los dos DVD. Especialmente el directo de Houston, en 1978, que muestra a la banda joven y abrasiva, cuando las guitarras echaban humo y el saxo era más lúbrico y apasionado que nunca. El nivel baja algo en el directo que se ofrece de las canciones de Darkness... registradas en 2009 en un teatro sin público. Con varias cámaras y apostando por imágenes sobrias y oscuras, el grupo todavía suena brutal y eléctrico, como confirma la versión de Candy´s room o los "solos" de Streets of fire.
Finalmente, el documental, criticado por endogámico y no contextualizar el disco en la época ni en su proyección con aportaciones de otros músicos coetáneos y posteriores, sí ofrece las entrañas del CD. Son 85 minutos de camaradería, diversión y trabajo intenso. De imágenes en color y blanco y negro, referencias al cine inspirador de John Ford, de comentarios de los protagonistas -el desaparecido Danny Federici incluido-, de ensayos en estudios y casas viendo cómo crecen sus clásicos, y del afán perfeccionista de un Bruce agotador. Llegó a grabar 70 canciones para elegir una decena. "Las grabaciones no acababan nunca", dice Steve. Y su manager, Jon Landau, le pide "cierra el libro y basta ya de trabajar", a lo que él responde "pon la grabadora en marcha otra vez". Nosotros, hoy, se lo agradecemos.
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