bruselas. La actriz francesa Catherine Deneuve, que acaba de estrenar Potiche, se muestra a favor de las nuevas tecnologías, y en concreto sobre el portal WikiLeaks. En una entrevista aseguró que se trata del "auténtico contrapoder" en democracia.

Pero la estrella de la gran pantalla, de una belleza calificada casi siempre por la crítica de "fría", no habló solo de WikiLeaks, también abordó, entre otros, el delicado tema del aborto, sobre el cual afirmó "no entender que se pudiese penalizar a alguien por haber tomado esa decisión".

El polémico portal, dirigido por el periodista Julian Assange, se ha hecho famoso en todo el mundo por sus recientes revelaciones sobre la guerra de Irak y Afganistán, que no han gustado nada en el Pentágono. "Cuando Julian Assange hace públicos documentos confidenciales sobre la guerra en Afganistán, por ejemplo, ahí queda de manifiesto claramente que la falta de control de la información en internet, permite la existencia de un auténtico contrapoder, que participa en las libertades públicas", aseguró la estrella en la entrevista en el semanario franco-belga Les InRockuptibles. "No obstante, muchas veces esa ausencia de control (en internet) permite que todo, da igual lo que sea, circule libremente sin una verificación previa... Eso es lo que me irrita", confesó.

Deneuve interpreta en el film Potiche, del realizador François Ozon, el papel de esposa de un millonario que decide meterse en el complejo mundo de la política, tema que -según aclaró- le "apasiona". A la pregunta de si la autoridad le molestaba, la diva del cine, musa, entre otros, de François Truffaut, Luis Buñuel o Roman Polanski, respondió que dependía de cómo se enfocase. "Depende. La autoridad puede dar seguridad. Me gusta la gente que transmite fuerza. El problema del autoritarismo es que, con frecuencia, es el arma de quienes no podrían obtener lo que quieren si no fuera alzando la voz, enfureciéndose, abusando de su posición", explicó.

Sobre el aborto, la estrella recordó que -ya en 1971- firmó una petición a favor de su legalización, junto a otras 343 famosas francesas, cuatro años antes de que se despenalizara esta práctica en Francia. "La ilegalidad del aborto me parecía algo monstruoso... A mí me tocó vivir esa situación, y sufrí mucho por ello. Incluso a gente como yo, que en aquellos años me movía en ambientes más abiertos y tolerantes, era algo clandestino, sin embargo a mí siempre me pareció un derecho", afirmó.

La intérprete de, entre otras cintas, Los paraguas de Cherburgo, comentó que había "demasiados actores que se meten a dirigir". "Sí, hay demasiados actores que se meten a dirigir. Es que es demasiado fácil para un actor reconvertirse a director. Eres alguien conocido, así que lo tienes fácil para que te den financiación. Muchas veces, el resultado son buenas películas, porque la producción es sencilla, pero son films sin gran interés. Para mí, el cine nunca consistió en simplemente contar una historia y filmarla correctamente. Hace falta, creo, mucho más que eso ¿no?", se preguntó.