Bilbao

UNA hora para que empiece la función", se escucha por el altavoz del backstage del Palacio Euskalduna. Yolanda Torosio, la coreógrafa, realiza las últimas correcciones de sus bailarines y fija las posiciones. Los técnicos de sonido y iluminación siguen atentamente el último ensayo previo a la espectáculo. El telón permanece cerrado. Dos componentes de los solistas tratan de afinar sus voces y entonan unas notas de la mítica canción Thriller. Son las bambalinas del musical Forever King of Pop.

Al fondo de la trastienda del Palacio un pasillo conduce directamente a una sala. En ella, un técnico instala elementos electrónicos al chaleco que luego vestirá a alguno de los protagonistas del espectáculo. Esta sala conduce a otra. Allí está Ismael de Felipe, el peluquero y maquillador, que se encarga de poner a punto a los personajes principales del musical. Se muestra tranquilo pese a que uno de los relojes de las chicas que se ubican frente a él, marca las 19.10 horas.

Los postizos del pelo están listos, sólo queda retocar el cabello y Carolina estará preparada para cantar. Rocío que está junto a la solista, trabaja con una tela. Está realizando piezas para renovar el vestuario. Detrás de los tres miembros que ocupan la sala, una barra con dos pies sujeta las 300 piezas que vestirán en la función de hoy.

Vuelta atrás. En la sala principal del backstage empiezan a florecer los nervios y la incertidumbre. El panorama ha cambiado. Mientras a las 19.00 horas se divisaba una veintena de miembros, a falta de media hora, todo el equipo ultima los preparativos para que arranque el acto.

Alex, ex miembro del concurso de televisión Fama a Bailar, sale del escenario donde ha estado repasando la coreografía y empieza a correr por las bambalinas. Trotea junto a unos biombos. Detrás de ellos están sentadas 3 chicas junto a un espejo. Cada una sujeta una brocha y un set de maquillaje. En una mesa que se ubica detrás de éstas, reposan una docena de cabezas de zombies.

Yolanda Torosio, la coreógrafa, se retira a su camerino. Camina a ritmo de paso militar. Coge el ascensor, sube un piso y abre la puerta con una tarjeta magnética. Entra en una sala de unos 15 metros cuadrados con sillas y dos tocadores muy largos. Está acelerada, aunque diga lo contrario. "Esta vez ando con el tiempo justo, pero siempre no es así. Pregunta mientras yo me maquillo", señala la de Ciudad Real. Le bajan las pulsaciones, se tranquiliza, quizá se tenga que recuperar de la media hora larga de ensayo previo. "Muchas veces hay que adecuar las coreografías al escenario, éste por ejemplo es muy grande por lo que obliga a modificar algunos aspectos. Los nervios y la intensidad que tenemos antes de salir al escenario son muy elevadas" señala la bailarina.

19.45 horas

Se acerca el momento

El mismo locutor que avisó 45 minutos antes, ahora da una serie de instrucciones a falta de un cuarto de hora para arrancar. El público empieza a entrar en la sala y Yolanda está relativamente tranquila. Es sorprendente. "Estoy bastante relajada porque además de estar acostumbrada, tengo un grupo muy profesional. No se va a dar ningún error de bulto durante la actuación. La respuesta del público ayuda a superar los primeros instantes", afirma. "El bilbaino es un público que da energía y eso ayuda mucho a los artistas, porque van de menos a más. Es importante el fifty-fifty que se genera entre nosotros, nos ayuda realmente mucho", remarca.

Jesucristo Superstar, Hoy no me puedo levantar y Peter Pan son algunos de los musicales donde ha trabajado Yolanda. "Participar en este espectáculo ha sido un reto. Michael Jackson ha sido un grande, pero tras investigar sobre su vida me he enamorado de su persona, era un ser maravilloso", reconoce.

La coreógrafa se dirige rumbo al escenario, quedan muy pocos minutos para empezar. Todo está preparado y nada puede fallar. Y aparece él, el rey del pop, es Michael Jackson. Viste un traje negro, gafas de aviador y una bufanda blanca con perlas. Se aleja, una puerta se cierra, otra se abre. Pero como el artista dijo una vez, "aún no han visto nada".