Conoce usted el Goizeko Izarra, una de las embarcaciones más destacadas de la historia marítima vasca contemporánea...? Era el yate de recreo propiedad de Sir Ramón de la Sota que, en julio de 1899, participó en el rescate del naufragio de la embarcación Josefita de Ondarroa, gesta que el artista Anselmo Guinea inmortalizó en la impresionante obra Rescate de la txalupa Josephita. La reparación del Goizeko (en realidad hubo cinco...) que se ve en el cuadro dio inicio a la actividad del astillero Euskalduna, a la altura de donde hoy se asienta Itsasmuseum. Ramón de la Sota Aburto, hijo de Ramón de la Sota Llano puso el barco a disposición de la Cruz Roja Internacional y bajo la protección de la Flota de Su Majestad Británica, empezó a evacuar personal civil de Bilbao a Francia el 5 de mayo de 1937. El segundo viaje tuvo lugar el 16 y el tercero el 20. El quinto y último viaje, lo dio el día 19, bajo la directa protección de destructores de la Royal Navy. Este magnífico buque durante la Segunda Guerra Mundial fue habilitado como patrullero y hundido por la aviación alemana a 10 millas de Portland Bill. Es, probablemente, el más célebre de los barcos vizcainos que se han conocido.

Viene al caso esta reseña ahora que el artículo centra la mirada en la Estación Marítima de Getxo, Olatua. La nueva terminal de pasajeros del Puerto de Bilbao, ubicada en el muelle de cruceros Getxo 3, fue inaugurada a finales de marzo de 2017.

Para el diseño de la recién estrenada estación marítima de pasajeros se llevó a cabo un exhaustivo estudio y análisis de las demandas funcionales de este tipo de edificios, se prestó especial atención a los datos aportados por las grandes navieras operadores de cruceros y las normas de seguridad internacional para buques, y se visitaron, como referencia, las mejores terminales del mundo.

La estación se colocó a la vanguardia de las europeas, lo que supuso un nuevo impulso para el incremento del tráfico de turistas que llegan a Euskadi. El diseño y ejecución del edificio fue realizado por la firma de arquitectura Ajuriaguerra Tres; la construcción del edificio la ha llevado a cabo la U.T.E. formada por Giroa y Viuda de Sainz; y el gangway lo ha construyó la empresa Prosertek. Los trabajos se iniciaron en marzo de 2016.

Recuerda a un gran contenedor acristalado, en el que se diferencia el flujo de pasajeros y equipajes, y las áreas de embarque y desembarque con recorridos y escaleras independientes. Tiene quince metros de altura, 3.200 metros cuadrados útiles y consta de dos plantas principales y una entreplanta intermedia.

En la planta baja está el vestíbulo, donde se lleva a cabo la recepción y la facturación de equipajes de los pasajeros que embarcan, e igualmente dispondrá de un amplio espacio para la recogida de equipajes de los cruceristas que desembarcan y el mostrador de información turística. En la entreplanta se encontrará la sala VIP y las oficinas; y en la primera planta se habilitará la zona de espera, zona de control de pasajeros de embarque, y zona de desembarque. Se dispone, además, de una pasarela exterior de 169 m de longitud, anexa al edificio, desde la que se accede para embarque y desembarque de los cruceristas al buque. Aquella inauguración recordó el transito de los grandes barcos que han visitado nuestras costas entre el siglo XX y el XXI. Recordaban a los grandes cetáceos de hierro. Recordémoslos.

En octubre de 2008 su silueta se recortaba en el Cantábrico que baña Bizkaia. Les hablo del Queen Elizabeth 2, hoy reconvertido en un hotel flotante de lujo en Dubai. Se trata de uno de los transatlánticos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y llegó por primera vez a Bizkaia en 2006. No cabe olvidar que el 2 de su nombre no se reseña con números romanos, como es costumbre, por respeto a la que por entonces era reina de Inglaterra, Elizabeth II. El barco levantó una ola de expectación, si me lo permiten decir así. No por nada, en el han viajado gran parte de los miembros de la Casa Real Inglesa, así como representantes de otras monarquías como el emperador de Japón, el rey de Jordania o el sultán de Brunei. También han viajado en este barco, Nelson Mandela, George Bush o Elton John entre otros. Permítanme un salto en el tiempo, ahora que hablamos de barcos asombrosos. La mayor actividad de los balleneros vascos se dio en los siglos XIV y XV. Esta práctica tuvo lugar en un principio en las costas del mar Cantábrico, y la especie que se cazaba era la ballena franca. La caza intensiva en las costas hizo que los vascos perfeccionasen sus sistemas de caza hasta lograr llegar primero al mar del Norte y progresivamente a Islandia y más tarde a las costas de Labrador y Terranova (Canadá). El 14 de mayo de 1901 se cazó la última ballena franca en Orio, aunque se mató con dinamita, ya que no quedaban vestigios de la técnica tradicional. En su honor se compuso una canción, una de cuyas estrofas decía algo así. “Ikusi zutenian / ala zebilela / beriala jun ziran/treñeruen bila. / Arpoi ta dinamitak / eta soka bila. / Aguro ekartzeko / etzan jende hila”.

Volvamos a las aguas modernas. Por aquí surcaron el ferry Pride of Bilbao, de 177 metros de eslora que unió Santurtzi con Portsmouth, en Inglaterra, entre 1993 y 2010 y hoy cubre la línea San Petersburgo-Helsinki-Estocolmo-Tallinn; el Anthem of the seas, allá por 2015, el segundo barco de pasajeros más grande del mundo o la fragata Blas de Lezo, que tanta polémica trajo.