No es infrecuente que, a la hora de trabajar, nos olvidemos de cuidar nuestro cuerpo. Pasamos largas horas frente a la pantalla del ordenador y apenas reparamos en qué posición guardamos durante esas horas de trabajo. Es aquí donde entra en juego la importancia de mantener una buena higiene postural.

La higiene postural se compone de una serie de normas encaminadas a mantener una posición correcta del cuerpo mientras está en movimiento o quieto. Unas recomendaciones que nos ayudarán a prevenir lesiones, sobre todo de la columna vertebral al realizar cualquier actividad diaria.

En lo que respecta al trabajo, resulta fundamental la elección de la silla en la que vayamos a estar sentados. Debe tener una altura que nos permita apoyar los pies teniendo las rodillas a la altura de la cadera con un ángulo de 90 grados. Por otro lado, el respaldo del asiento debe tener la curvatura de la columna y debemos apoyar ésta firmemente contra el espaldar.

Además, debemos realizar un pequeño esfuerzo y mantener la espalda erguida y recta con los pies totalmente apoyados en el suelo. Una postura que debemos acompañar de pausas cada 50 minutos. Deberemos levantarnos de nuestro puesto de trabajo y realizar pequeños estiramientos durante cinco minutos que nos ayuden a prevenir lesiones.

Quedan totalmente fuera de toda recomendación los asientos sin respaldo y se aconseja mantener los brazos y codos apoyados.

Si trabajas con ordenador

- Los ojos deben estar a unos 45 centímetros de distancia y debemos poder orientar e inclinar la pantalla.

- El teclado debe estar colocado a la altura de los codos

- Se recomienda que la iluminación sea natural evitando al máximo el brillo o los reflejos en la pantalla.