barcelona. La descongelación de placas de hielo congeladas desde la era Glacial en el Ártico provocará la emisión de 44 millones de toneladas de carbono a la atmósfera, diez veces más de lo que se creía hasta ahora, y una emisión masiva de gases de efecto invernadero, según un estudio de la Universidad de Estocolmo.

La coautora del estudio, Laura Sánchez-García, explicó las consecuencias que acarrea el aumento de la temperatura, que en España es de 1,5 grados, y el doble en el Ártico. El resultado es el deshielo progresivo de placas congeladas hace 40 millones de años y que acumulan carbono que hasta ahora estaba inactivo.

Con el deshielo "se activan depósitos de carbono anteriormente protegidos por el hielo", que se traducirán en una emisión de carbono, la mayoría en forma de CO2, pero también de metano, advirtió la investigadora. Los análisis de 200 sedimentos marinos, 130 estaciones y de 50.000 litros de agua que llevaron a cabo en 2008, han dado como resultado que el carbono orgánico contenido en el permafrost -suelo semipermanentemente congelado- en el Ártico, señalan que aproximadamente dos tercios del carbono se escapará a la atmósfera directamente.

La relevancia del estudio radica en la campaña de muestreo y estudio in situ sin precedentes hasta ahora, señaló la científica.