Pedaladas hacia el futuro
El Surne vizcaino y el Smartlog guipuzcoano se incorporarán al ciclismo aficionado la próxima campaña
Se tumba sobre el diván el ciclismo de élite vasco, en el ser o no ser tras los días hermosos y magníficos del Euskaltel-Euskadi y aquel amanecer naranja. Caminan hacia el ocaso los herederos de aquella dinastía que fue marea de pasión y logros, de conquistas de cumbres y de ánimos.
El sueño naranja respira ahora de otro modo, más humilde, sin el apogeo de los días felices, sin la euforia de acercarse al sol. Se aproximan los ciclistas que emergieron bajo su influjo al final de sus biografías ciclistas.
En el futuro inmediato se percibe un relevo generacional de menor impacto. El escaparate profesional no expondrá el brillo de días pasados, de una saga de ciclistas estupendos, de notable rango y con huella en el almanaque internacional.
Un ciclismo mutante
En un ciclismo cambiante, tremendamente inflacionista entre la aristocracia e incluso fuera del WorldTour, se antoja imprescindible el trabajo de la cantera: las raíces que alimenten el crecimiento del ciclismo vasco, que en su pináculo asoma con cierto desamparo.
En un ecosistema cada vez más complejo y globalizado, nutrir la base es el paso necesario para recobrar de cara al porvenir el músculo del pelotón vasco.
En las últimas semanas se han producido varios movimientos que sugieren el fortalecimiento de la base, de la estructura que sostiene la arquitectura para construir los puentes hacia el profesionalismo, si bien las pesca de arrastre de las estructuras del WorldTour fagocitan y esquilman, en buena medida, a los ciclistas con más proyección, incluso a edades tempranas, apenas juveniles.
Las formaciones de desarrollo
La pasada campaña, Markel Beloki pasó directamente al Education First. Este curso Hodei Muñoz se incorporó al Soudal de desarrollo y Marco Martín se subió al Red Bull. Eñaut Urkaregi, a su vez, se alistará la próxima campaña en el Lidl-Trek en su vertiente filial.
El novedoso alumbramiento del Movistar Team Academy de desarrollo también estará ahí. Markel Aranaz e Ibai Villate, dos pujantes ciclistas vascos, formarán en la nueva escuadra. Todos pertenecen a la categoría continental, profesional a todos los efectos.
Un torpedo a la línea de flotación de la clase aficionada. “Cada vez hay más equipos de desarrollo de estructuras del WorldTour y para los chavales es prácticamente imposible decir no a esta clase de ofertas porque la propuesta es muy buena aunque muchos se salten la formación amateur", lanza Raúl Mena, presidente de la Federación Vasca de Ciclismo, que entiende que la aparición de nuevos equipos es algo a “celebrar”.
"En ese aspecto, habrá que ver qué depara el futuro porque ahora existe cierta incertidumbre en cómo se va a definir la categoría amateur ante ese fenómeno”, expone el Raúl Mena.
Surne y Smartlog, a escena
La incorporación al campo amateur del Surne vizcaino, que accede a la categoría sub’23 y élite con la base del actual Occident pero sobredimensionando la estructura, y el ambicioso Smartlog guipuzcoano es una estupenda noticia para la categoría, que en la actualidad reúne a 14 estructuras.
“La llegada del Surne y el Smartlog es una muy buena noticia. Es súper importante tener nuevos equipos porque fortalecen la categoría, pero que se mantengan las estructuras que hay es igual de importante, así como el trabajo que hacen organizadores para mantener un calendario atractivo para los equipos. Eso sí, todos los equipos nos trasladan que les resulta complicado formar las plantillas”, reflexiona Raúl Mena.
Entre los equipos destacan los filiales del Euskaltel-Euskadi, denominado Fundación Euskadi, el Caja Rural, o el Finisher, correa de transmisión del Kern Pharma.
Mantener los equipos
El pelotón, a la espera de que todas las escuadras formalicen las licencias, estará compuesto por los citados equipos además de por el Eulen-Nuuk, el Eiser-Hirumet, el Hostal Latorre, el Sima Cepial, el Telco-On, el JRG Norclamp, el Eibarko Klub Deportiboa, el Perseus-Zabalgarbi, el Electro Alavesa y el Grupo Intxausti. Para la campaña venidera se espera que la estructura de Eibar se una al Gran Canarias.
El Surne dio a conocer hace escasas fechas su apuesta por la categoría como salida natural del club Miribilla Cycling, que reúne a 190 ciclista de distintas disciplinas.
“La motivación para crear este equipo ciclista nace de la ilusión de cerrar el círculo con categorías superiores y darle continuidad al proyecto multidisciplinar que actualmente tenemos”, explicó Álex Álvarez, mánager del Miribilla Cycling.
El impulso del Smartlog tiene otro enfoque de mayor calado y alcance, al menos, sobre el papel. Bajo el gobierno de Jon Odriozola, la estructura guipuzcoana compondrá un plantel de una veintena de ciclistas para asomarse la campo amateur el próximo curso.
Con todo, la idea de Odriozola y de los rectores de la empresa que financian la escuadra es crecer y crear un equipo profesional que aspire a estar en las mejores carreras del mundo en el medio plazo. Ese es al menos el desafío. De momento, el equipo ha iniciado la puesta en escena para acomodarse en el campo amateur el año que viene. Pedaladas hacia el futuro.
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