bilbao - "Todo bien", vino a decir Alberto Contador después de que su equipo, el Tinkoff, acabase cuarto la crono por equipos que encendió ayer la Tirreno-Adriático. "Bien", añadió, "aunque es verdad que nos hemos dejado un poco más de tiempo del que nos gustaría, en especial con el Omega, que tiene un corredor que está en un estado de forma increíble". Habla de Michal Kwiatkowski, el terrible y joven polaco que ya le hizo hincar la rodilla en el Algarve y aplastó hace unos días en la Strade Bianche, la carrera de los muros de polvo y piedras de la Toscana, a Sagan, Valverde y los demás. Fue el Omega del polaco, Urán, Cavendish o Tony Martin el que arrolló en la apertura de la carrera de los dos mares, una cita que reúne, además de a Contador, Kwiatkowski o Urán, a figuras de la entidad de Nairo Quintana, rodeado de guardaespaldas vascos -Intxausti, Castroviejo y Antón- en el Movistar que ayer fue tercero a 18 segundos del conjunto belga. El Tinkoff de Contador se quedó a 24, mientras el BMC de Evans cedió 47 segundos. Hoy se disputa la segunda etapa, con previsible final al sprint y duelo entre Cavendish, que es líder, Greipel y Kittel.
Slagter, en la París-Niza Destacado en la temida cota de Mont Brouilly, que anunciaba tramos del 25%, Tom Jelte Slagter ganó ayer la cuarta etapa de la París-Niza tras derrotar en el cara a cara final a Geraint Thomas, que se le unió en el descenso y se consoló con el maillot amarillo de líder de la carrera francesa. El reducido grupo de favoritos entró a escasos cinco segundos con Ion Izagirre -11º- y David López -24º- bien colocados al igual que algunos de los grandes favoritos como el campeón del mundo Rui Costa, Vincenzo Nibali o Carlos Betancur. Hoy, quinta etapa con tres puertos de tercera y la ascensión final a Sainte-Catherine, de segunda, en los últimos 12 kilómetros. - I. G. V.