Pena por Egoi
Sobre el guión previsto. Así transcurrió la etapa de ayer en el Tour. Estaba claro que se iba a formar una escapada con grandes posibilidades de llegar a meta y así acabó sucediendo. La única rareza estuvo en que costó que se formara la fuga buena. Hubo muchas intentonas, muchos nervios y arreones y al final se quedaron delante cinco gallos para que el más fuerte acabara imponiendo su ley.
Con el corazón esperaba que Egoi Martínez pudiera levantar los brazos, pero rápidamente se ha visto que David Millar era el más fuerte del quinteto. El del Garmin llevaba una marcha más que sus compañeros de aventura y así lo demostró en los últimos cinco kilómetros. Saltó a todos los intentos de demarraje y lo hizo además fácil, demostrando que tenía piernas para ganar, como así ha acabado sucediendo.
La verdad es que me ha dado bastante pena por Egoi, un ciclista combativo que ha estado en varias ocasiones cerca de la victoria en el Tour pero al que siempre acaba derrotando alguien. Y es que el mundillo de las escapadas nunca es sencillo. Depende mucho de tus compañeros de aventura y ayer, aunque es cierto que las características de los últimos kilómetros no le venían demasiado mal, rápidamente se comprobó que Millar no era un buen compañero de fatigas. Seguro que el del Garmin no quería irse de vacío del Tour, marcó la etapa en rojo antes de tomar la salida y luego remató la faena con poderío. Ante eso, muy poco se puede hacer.
Imagino que hoy volverán las llegadas masivos. Hay un pequeño puerto a pocos kilómetros de meta, pero yo apuesto por el sprint.