bilbao. El italiano Riccardo Riccò, que el pasado 6 de febrero tuvo que ser hospitalizado de urgencia tras haberse realizado una autotransfusión sanguínea, anunció que deja el ciclismo profesional tras estar implicado en varios casos de dopaje. "El ciclismo me da ganas de vomitar. No vuelvo más", aseguró el corredor de 27 años en una entrevista que publicó ayer el diario La Gazzetta dello Sport.

Riccò fue trasladado hace un mes a un hospital de Módena en estado crítico. Aunque entonces el ciclista confesó a los médicos que le atendieron que fue por una autotransfusión de sangre mal conservada, en la declaraciones al rotativo italiano negaba tal versión. "Es un invento. Yo no le dije nada al médico. Los análisis demostrarán quién tiene razón". También explicó que no tenía recuerdos del día de su hospitalización, y que solo se acordaba de lo ocurrido a partir del día siguiente.

El equipo holandés Vacansoleil-DCM, que lo tenía bajo contrato desde septiembre del pasado año lo despidió a raíz de ese incidente, después de que Riccò regresara al pelotón profesional hace justo un año tras haber sufrido veinte meses de sanción por un positivo.

"Ya no tengo problemas de salud", reveló el de Formigine que también ha vuelto a montar en bicicleta. "Pero ya no quiero correr. Por nada en el mundo. He pasado página. El mundo del ciclismo me hace vomitar. Todos los que están ahí me dan asco", concluyó.

La Fiscalía italiana inició entonces una investigación contra él por fraude y por violar la ley antidopaje. Si se confirma la sospecha de dopaje que pesa contra él, se enfrenta a una sanción de por vida por reincidente.

scarponi, en la tirreno El italiano Michele Scarponi (Lampre) se adjudicó la cuarta etapa de la Tirreno-Adriático, disputada entre las localidades de Narni y Chiete, de 240 kilómetros, mientras el holandés Robert Gesink (Rabobank) pasa a ser el líder de la carrera de los dos mares. Scarponi se adjudicó la victoria tras imponerse en la recta de llegada a su compañero de equipo Damiano Cunego. Hoy se disputará la quinta etapa entre las localidades de Chieti y Castelraimondo, de 240 kilómetros.