"Estoy mejor que el año pasado"

bilbao. Armstrong es viejo, 38 años camino de los 39, una edad prohibitiva en el ciclismo -las excepciones confirman la regla-, pero corre como si fuera la primera vez, como si en cada pedalada sintiera algo nuevo, algo jamás experimentado. Irradia la ilusión de un chaval el texano. Así que llega a la primera carrera de la temporada en Australia y lejos de acomodarse en un discurso inocuo, de los de "ya veremos", "paciencia" y "poco a poco", se abalanza sobre el micro, sonríe y advierte que está preparado con una frase retadora: "Estoy mejor que el año pasado". Luego, se coloca el casco, el dorsal, fuerza un click entre el taco de la zapatilla y el pedal y estrena la temporada en una especie de criterium, la Cancer Council Helpline Classic, que disputa... como un chaval.

Como si fuese Romain Sicard, Jonathan Castroviejo, Gorka Izagirre, Miguel Mínguez o Daniel Sesma, los cinco imberbes que vestían ayer por primera vez el maillot naranja de Euskaltel-Euskadi en el estreno de la temporada para el equipo vasco. "Mi primera carrera!! No ha estado mal, un circuito muy corto. 1,5 kms, 30 vueltas...", decía Castroviejo desde el Twitter, el sistema de comunicación que extendió Armstrong la pasada campaña en el ciclismo, que Euskaltel-Euskadi tiene activado desde el pasado diciembre. En varias de esas vueltas corrió Armstrong en la vanguardia. Le acompañó, entre otros, Pereiro, el ciclista que le tomó el relevó en el palmarés del Tour después de su retirada y que ahora viste el maillot de su anterior equipo, el Astana de su anterior compañero, Contador. No fueron lejos. No les dejaron el Columbia y el Katusha, que forzaron un sprint que gobernó Henderson para el nuevo Team Sky.