La gloriosa tradición del piano-jazz
La Bilbaina Jazz Club organiza, en el Jazz On, un extraordinario concierto de Jeb Patton Quartet que atrajo a melómanos
Hoy, a media tarde, Musikebarri, allá en Algorta, organizará un concierto homenaje a quien fuera el gran apóstol del jazz en Bizkaia, Pio Lindegaard, un personaje irrepetible, cónsul honorario de Dinamarca en Bilbao y hombre que tenía dos pasiones: el jazz y la radio. Han vuelto a recordarle viejos caballeros de esa música de clubes y algodón como el neurólogo Paco Larracoechea, trompetistas de largo recorrido y mucha habilidad o Gorka Reino y Tato Gracia, programadores de BJC (La Bilbaina Jazz Club), entidad que preside Taryn Pizarro, quienes acaban de traer a Jazz On, ese templo de Urazurrutia donde se adora el jazz, un dios laico de los ritmos. No en vano, surgió a finales del siglo XIX en las comunidades afroamericanas de Nueva Orleans, Louisiana. Se caracteriza por la improvisación, el swing y la síncopa, y ha evolucionado desde sus orígenes en el blues y el ragtime hasta diversos subgéneros como el bebop y el jazz fusión.
Música viva, como ven, que acaba de sonar en vivo en Jazz On, como les digo, con la presencia de Jeb Patton Quartet, una formación de gran prestigio. Hablemos de Jeb. Está descrito como un “joven fenómeno del piano” y un “absoluto genio”. Jeb Patton, presente en Bilbao, se ha labrado una excelente reputación en la comunidad internacional del jazz. El polifacético Patton es conocido como un “intérprete de gran expresión” y “de los que no se dejan llevar por lo predecible”, así como un “compañero simpático” de The Heath Brothers, un arreglista “innovador” y alguien que “deja huella impresionante en su composición Hanna’s Mood”, un homenaje a su difunto maestro, Sir Roland Hanna.
Jeb Patton (Kensington, EE.UU., 1974) es uno de los pianistas más brillantes y fiel a la gloriosa tradición del piano-jazz. Discípulo aventajado, como les dije, del gran Roland Hanna, su estilo bebe directamente de las raíces del bop con referentes ineludibles como por ejemplo Tomy Flanagan y Horace Silver. Por su teclado recorre el legado de Charlie Parker, pero también el de Duke Ellington y Jimmy Heath, músicas que adquieren en las manos de Patton una lectura actual y muy viva.
Visto así, el concierto fue extraordinario. Acompañaron al piano de Jeb en la formación Santi de la Rubia, saxo tenor; Ignasi González, contrabajo, y el batería Roger Gutiérrez y hubo una concurrida afluencia. Entre los asistentes se encontraban José Luis Cuesta, Pedro Blanco, Iñaki Elezkano, Carmen Larrea, Pilar Elorriaga, una pareja italiana, amante del jazz, formada por Cecilia Contessa y Paolo Cane: los hermanos Gonzalo y Hugo de la Fuente, quienes se saludaron en la barra de Jazz On con Izaskun Uria, Begoña Lazkano, Javier Izagirre, Idoia Palacios, Gorka Muñoz, Miren Bilbao, Pedro Elosegi, Josetxu Madariaga. Miguel Reparaz y mucha otra gente que acudió con expectación para presenciar a uno de los grandes jazzmen del momento.
¿Quieren pruebas? Residente en New York desde 1996, Jeb Patton ha realizado giras por Estados Unidos y el mundo entero con los Heath Brothers y con el Generations Quintet de Jimmy Heath, actuando en teatros, festivales, salas de conciertos, universidades y clubes. Desde que se mudó a la Gran Manzana Jeb también ha actuado con Charles McPherson, The Jimmy Heath Big Band, The Dizzy Gillspie Alumni Big Band, The Dizzy Gillespie All Stars, George Coleman, James Moody, Jeremy Pelt, Michael Mossman, Lewis Nash, Antonio Hart y grandes apellidos del jazz del siglo XXI. Además de la gente citada se sumaron habituales como Iñigo Campo, Iñigo Ugarriza, José Luis Gil, Álvaro Fernández o Ramón López entre otros; Laura González, José Luis Bilbao, Carmen Mendizabal, Nerea Alonso y toda una corte de gente que disfrutaron de lo lindo de un recital inolvidable donde las raíces del bop florecieron.