Síguenos en redes sociales:

El callejón de las botxerías

Dos mundos que renacen

En imágenes: Dos mundos que renacenBorja Guerrero

5

No son nuevos en el negocio pero mantienen en pie el mismo espíritu que les impulsó el primer día. No es su primera exposición pero su estilo, autodidacta y con los colores en estallido, asombra como ya lo hizo, qué sé yo, en la Contemporary Art Fundation de Tokyo de Yusaku Maezawa. Luis Olaso volvió a hacerlo ayer en la galería Lumbreras. Les hablo de la Clínica Arriaga, de podología avanzada, que gobiernan Víctor Martín y Eli Martín que ha dado el salto de Arenal, 2 (siguen allí, no se van...), donde se puso en marcha por primera vez hace 19 años ya, hasta Juan de Ajuriaguerra, 36, para ofrecer un extenso catálogo de servicios (cirugías del pie, estudio de la pisada, podología, adulta e infantil, o biomecánica del running entre otras destrezas...) a pie de calle. Esta crónica les habla hoy, ya ve, de dos mundos que renacen.

Entremos primero en el universo de la salud. Víctor y Eli trabajarán con siete profesionales en la nueva clínica con tecnologías de vanguardia. A través de la cirugía MIS, mínimamente invasiva, eliminan las deformidades y patologías del pie, para que sus pacientes puedan caminar con normalidad. Practican, casi se diría, artesanía del pie.

Ayer mostraron sus nuevas instalaciones a gente cercana. A la cita no faltaron Maite Lahuerta, Manu Martín, la joven María Mirantes, Iskander de la Puerta, Yolanda Zorrozua, María Moll, José María Rico, Belén Rubio, Jordi Sánchez, Carlos Rubio y gente próxima que disfrutaron de este aterrizaje. ¿El porqué de la nueva clínica? Para facilitar el acceso (en El Arenal están en un cuarto piso...) y para adecuarse a la demanda. Con el paso de los años les ha crecido la clientela.

Desde ese universo científico y tecnológico la crónica vuela hacía el paraíso de los colores que propone Luis Olaso. Lo hacen en la galería Lumbreras, donde hoy gobierna Begoña Lumbreras, aún con la compañía experta del fundador, Juan Manuel Lumbreras. Allí presentó un nuevo trabajo, El patio, donde los colores evocan a la cerámica de los jarrones, a las propias flores. Todo ello con un estilo a caballo entre la figuración expresionista y la abstracción. Vistas en conjunto, allá en la galería, a uno le entraba la necesidad de que cantase una fuente y la brisa te acariciase, qué sé yo, durante una lectura. Lucía en todo su esplendor.

A la cita no faltaron María Vargas, Bingen de Pedro, Teresa Molina, Leonardo Lumbreras, María José Darriba, Mikel Ortiz de Pinedo, Beatriz Marcos, Alberto Ipiña, Begoña Bidaurrazaga, Pepa Moreno, Jorge Lores, el iraquí Hawve Khalid; el angelino (de Los Ángeles, quiero decir...) David Hornback, Uxue Pascual, Oihana Icaza, Joseba Aranguren, Carmen Martín y otra gente que se recreó con obra de un artista que cosecha varios premios y cuya obra fue seleccionada como finalista en certámenes tan prestigiosos como el Premio Reina Sofía de pintura y escultura (2017-2018). Casi nada.