SONÓ la lengua de víbora que gastaba Cyrano de Bergerac en sus versos en el texto que leyó el desafiante de la Escuela de Ingenieros, Iñigo Martínez de Alegría –“¡Callaos! Tengo una idea. Desde aquí desafío a toda la platea. Acércate tú, valiente. Uno a uno, quiero veros frente a frente.¿Quién será el primero en la lista...? ¿Vos, señor? No. Al primer duelista lo despacharé con honor(...)”– y retumbó la sorna de la soflama del desafiante de Deusto, Guillermo Ranero, (“Quizás, para darle un poco de picante a la regata, los ingenieros podrían pedir prestados algunos libros de técnica de remo a la biblioteca de Deusto”, dijo, consciente de que tanteador de los 41 años ya remados marca un 15-26 a su favor...) en el acto celebrado en el salón de actos de Itsasmuseum, el Desafío de la 42ª edición de la prueba universitaria de remo Ingenieros-Deusto que se disputará el viernes 22 de marzo, fecha elegida por la ONU para la celebración del Día Mundial del Agua, en la ría de Bilbao.

Será un Viernes de Dolores. Será entonces cuando remen. Ayer se vivió un Desafío del que fueron testigos sus respectivos padrinos: Patricia Arias, directora territorial del Banco Santander en el País Vasco, como madrina de Deusto, y Fernando Cayuela, exdirector de la Escuela de Náutica de Portugalete y capitán de la Marina Mercante, como padrino de Ingenieros.

Tras la lectura de los desafíos, se lanzó al aire una moneda de dos pesetas acuñada durante la República por el Gobierno vasco para elegir la calle por la que bogar. El Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, representado por Pedro Barreiro, ejerció de notario, habida cuenta que es el principal patrocinador de la Regata. La modalidad elegida es el banco móvil y en concreto los outriggers olímpicos de ocho bogadores y timonel sobre un recorrido de cuatro millas náuticas (7.408 metros) y que siempre se inicia en Erandio y se acaba en Bilbao, ante el Ayuntamiento de la villa.

Cuarenta años ya es tiempo suficiente para que una costumbre se haya convertido en tradición. Así lo soñó en sus orígenes su fundador, José María Gorostiaga, presidente de Pride, quién sabe si no poseído por el espíritu de las legendarias Oxford y Cambridge o por su pasión por el remo. La historia comenzó en 1981 con un desafío entre dos remeros que ejercían de duelistas y no han cambiado las maneras, con los padrinos como testigos. Tras el cruce de los discursos desafiantes los ingenieros, perdedores del pasado año, arrojaron el remo para el duelo (usar un pistolón de postas como en el viejo romanticismo está en desuso y es una fea costumbre...) y no hay otro premio para el ganador que el orgullo inflamado y grabar su nombre en la bandeja de plata.

Las aficiones calentaron el ambiente con una prueba de remo indoor en la que dos parejas de aficionados totalmente amateurs lucharon por hacerse con el mejor tiempo, representando y animando a la Escuela de Ingeniería de Bilbao y a la Universidad de Deusto. La pantalla fue reflejando los avances de estos remeros de tierra, que comprobaron así la exigencia de este deporte. El periodista de Radio Popular Dani Guerreiro marcó las paladas de la tarde.

Testigos de todo cuanto sucedió fueron el concejal Kepa Odriozola, el rector de la Universidad de Deusto, Juan José Etxebarria; e ldirector de Itsasmuseum, Jon Ruigómez; Jesús Morán, Nekane Balluerka, Fernando Asenjo, Juan María de Velasco, Pello Azpitarte, Javier Belenguer, Aitor Arbaiza., Isabel Larrakoetxea; la juventud de Iker Martínez, Nahia Cazalis, Nekane Muguruza, Ane Elizaga, Irati Gorostidi y Neskur Etxanobe en nombre de Ingenieros; otra tripulación juvenil de Deusto formada por Malen Vallejo, Magali Ercilla, Maddi Esturo, Hegoa Aguirre y Manuel Martín entre otros. A la cita tampoco faltaron Eneko Ucar, Javier Martínez e Iñigo Kortabarria, entre otros.