CUALQUIERA diría que se leen los versos a tragos, de bar en bar. Ese parece ser el mensaje que lanza el colectivo Noches Poéticas, con la costumbre adquirida desde hace 14 años de organizar recitales cada cuatro o cinco miércoles en bares. A la poesía le aportan música y cuentan siempre, con la participación de gente que se suma al espectáculo. Quien quiera aporta un verso y entre toda la concurrencia crea un poema colectivo que se recita como fin de fiesta y acaba publicándose en una obra original y llamativa: Cadáver esquelético, libro del que ya se han publicado cuatro ediciones. Sus concursos de poemas también se han publicado en cinco tomos y el proyecto que defienden Julián Borao, Julio González Alonso, Ainize Basalo y Andoni Mendia atrae con la fuerza de una piedra imán.

Tanto que el Espacio Davinci, enclavado allá en Arbolantxa, con mil y un utilidades, se ha convertido en una de las sucursales habituales de esta idea. Tanto que Ibon Elguezabal ha decidido instaurar y patrocinar un premio a lo largo de la temporada con lote de licores y libros, muy al compás (copas y letras) de las propias Noches Poéticas. Ayer la noche, ilustrada con la voz y la música de Bárbara, La Jirafa (forma parte del grupo The Spolem Girls que interpretan música de los míticos años 60 –Beatles incluidos– y Rhythm and Blues y para la ocasión espolvoreó unas gotas de jazz...). se creó un retablo en el local elegido digno de ver.

Poco antes de que se despertase la noche Manuel Vicente Cajón se tomaba algo en la fabulosa terraza de Davinci. Los organizadores recordaban que, en esta noche otoñal, en vísperas de Halloween (31 de octubre), Día de Todos los Santos (1 de noviembre) y Día de Difuntos (2 de noviembre), era hora de celebrar el memento mori del año. Lo hicieron con una noche temática en torno al lado oscuro de la poesía y los poetas malditos. Fue la propia Ainize quien rompió a recitar invocando el espíritu de Marceline Desbordes Velmore. El “No me escribas...” que se repetía en cada verso sobrecogía. Luego se escucharían versos de Juan Andrés García Román o Baudelaire entre otros.

Pueden preguntar a los asistentes sobre cómo funcionó este encuentro. Les darán noticia la poeta Blanca Sarasua, Antonio Molina, Naia Rodríguez, Sandra de Fernando, Mirian Zaramillo, Sarai García, Teresa Ramos, Lucia González de Durana, Amaia Barrios, Ibai Velada, Nerea Pedraz, Garazi Ibaseta, José Guzmán, la pequeña Olatz Ibaseta, Arantza Azkorra, Jesús Echevarría, Naia Aguiló, quien acudió a cantar con una guitarra al hombro, Iker Quintana, Inés Vanreusel, Mikel Madariaga, Cristina Muñoz, Joseba Mendizabal, Ane Etxebarria, José Ramón García, Olatz Muguruza, Begoña Martínez y una cascada de nombres propios que vivieron una noche de disfrute absoluto por mucho que se hablase de la muerte a tumba abierta.